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Zapata

lunes, 23 de julio de 2018

TRUMP ES EL “MANCHURIAN CANDIDATE” DE…NETANYAHU


Toda la histeria que han desatado el Deep State estadounidense, los medios de comunicación alineados con el complejo militar-industrial-de seguridad; los neoconservadores, el Partido Demócrata y a trasmano, los lobbies pro Israel y pro Arabia Saudita, contra Trump; por no haber “defendido” la impresentable acusación del aparato de inteligencia estadounidense contra Putin, por su inventada interferencia en las elecciones del 2016, durante la conferencia de prensa posterior a la cumbre de Helsinki, sólo refleja la impotencia de estos actores por aislar por completo a Rusia, que junto con China e Irán son los únicos países en el mundo que realmente ejercen su soberanía, y se oponen a subordinarse a Estados Unidos, Europa Occidental e Israel.
Trump se ha acercado a Rusia, no por iniciativa propia, sino porque el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a pesar de mantener una comunicación fluida con Moscú y ciertos acuerdos para no agredirse en el teatro de operaciones sirio; no ha podido convencer a Putin de que ejerza presión sobre Assad y sobre Irán, para que las milicias chiitas y los asesores iraníes dejen de avanzar hacia los últimos reductos de los mercenarios y terroristas apoyados por Israel y Arabia Saudita, que se encuentran en el suroeste del país, y a los que próximamente derrotarán las fuerzas combinadas sirias-iraníes y rusas.
Netanyahu está desesperado por salvar a esos mercenarios, ya que entre ellos hay cientos de operativos israelíes que son los que realmente los dirigen. Por lo pronto, ya evacuaron a su “ONG”, que sirvió de “caja de resonancia” de la propaganda anti siria y anti rusa, los llamados “cascos blancos” que todo el tiempo estuvieron adosados a los grupos mercenarios y terroristas apoyados por Tel Aviv y Riad.
Como Netanyahu y el resto de actores que desean que Estados Unidos se mantenga como el “fiel de la balanza” en Medio Oriente, y sobre todo que inicie acciones bélicas contra Irán, no han podido detener el avance sirio-iraní-ruso, y ello implicaría una “amenaza” a la ilegal ocupación israelí de los Altos del Golan, que de facto se anexó desde 1967; ahora ha recurrido a su “manchurian candidate”, Donald Trump, para que trate de llegar a un acuerdo con Putin, con objeto de que los iraníes y sus milicias salgan de Siria, a cambio de que Tel Aviv acepte por ahora, la permanencia de Assad en el poder, en Damasco.
El acercamiento de Trump tiene que ver con esta encomienda que le ha dado Netanyahu, y no otra cosa.
Lo de un posible acuerdo para controlar las armas nucleares de Rusia y Estados Unidos, nunca va a suceder, en vista de que el complejo militar-industrial-de seguridad no lo va a permitir, a través de sus comprados legisladores en el Congreso.
Y ya quedó claro que no sólo no se va a levantar ninguna sanción contra Rusia, sino que el Congreso le va a imponer muchas más.
El establecimiento político-militar de Washington, no está dispuesto a ceder en nada ante Putin, pues le conviene tener un enemigo enfrente, para seguir alimentando el monumental presupuesto militar, mantener en alza las facultades y los recursos para el Deep State y tener la justificación perfecta para continuar con el estado policial dentro de Estados Unidos, ahora en busca de los “espías” rusos que amenazan la soberanía estadounidense.
Putin no va a obtener nada del acercamiento con Trump, y en todo caso el único real interés de este, que es “la seguridad de Israel”, será lo que se negociará en estas “cumbres”. Porque Trump es un títere, pero no de Putin, al que nada más está tratando de comprometer para “defender” a Israel y para que no se meta en las próximas agresiones contra Irán; sino de Netanyahu, que le dicta todo lo que tiene que hacer para que los intereses israelíes queden bien resguardados.

Pero por supuesto, ningún político estadounidense, ni medio de comunicación se indigna, protesta o ataca a Trump por estar subordinado a los intereses israelíes. Eso sólo sucede si se acerca a un metro de Putin.

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