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Zapata

martes, 13 de marzo de 2018

TRUMP MANEJADO POR NETANYAHU, INICIARÁ ACCIONES MILITARES CONTRA IRÁN Y SIRIA

Hoy por medio de Twitter el presidente Donald Trump anunció el despido de Rex Tillerson como Secretario de Estado y nombró en su lugar al “halcón”, Mike Pompeo, hasta hoy director de la CIA. En lugar de Pompeo nombró a la que será la primera mujer directora de esta organización, y quien estuvo involucrada en los centros de detención clandestinos de la CIA y en el programa de torturas durante el gobierno de George W. Bush, la hasta hoy Subdirectora de esa agencia, Gina Haspel (trabaja en la CIA desde 1985 y es considerada una de las funcionarias más inclinadas al uso de la tortura, las detenciones y las operaciones clandestinas).
El nombramiento de estos dos “halcones” en puestos tan relevantes, después de recibir la visita de Netanyahu el 5 de marzo pasado (que llegó a Washington para participar en la reunión anual de AIPAC)[1], no es una coincidencia.
Netanyahu señaló al final de la larga entrevista que tuvo con Trump, que el tema fue Irán. Y es que Netanyahu requiere ahora más que nunca que Estados Unidos aísle nuevamente al régimen de Teherán y reinicie las hostilidades contra el de Bashar el Assad en Siria, debido a que el Primer Ministro israelí enfrenta tres acusaciones de corrupción en Israel y comienza ya a mencionarse a su Ministro de Educación, Naftali Bennett, como posible reemplazo, de tenerse que convocar elecciones anticipadas por los problemas legales de Netanyahu.
De la misma forma, Netanyahu requiere ahora una nueva guerra en el Medio Oriente, porque la derrota de los mercenarios y terroristas a los que apoyó para derrocar a Assad en Siria, ha abierto la oportunidad a Irán para profundizar su presencia e influencia en Siria y Líbano, lo que para la estructura de defensa y seguridad de Israel constituye un riesgo mayúsculo, ya que Hezbollah tendrá más apoyo logístico y de armamento; Assad se fortalecerá en el gobierno de Damasco e Irán podrá tener una salida al Mar Mediterráneo, con su presencia en Líbano y Siria.
Por ello, Netanyahu está presionando a sus aliados sionistas en el mundo para que inicien lo antes posible acciones militares contra Siria, y nuevamente el pretexto del supuesto uso de armas químicas en el Este de Ghouta, en donde el ejército sirio está acabando de desalojar a los terroristas apoyados por Israel, constituye la justificación perfecta para que Macron en Francia (lo está considerando) y Trump en Estados Unidos inicien ataques contra los sirios, y de esa forma evitar la consolidación del régimen de Assad.
De igual manera, Netanyahu insiste en que se desbarate el acuerdo nuclear con Irán, para lo que ya no tiene que convencer a Trump; pero resulta que Tillerson se oponía a ello, por lo que Netanyahu presionó lo suficiente para que Trump removiera a Tillerson, y en su lugar se nombrara a un “halcón” anti iraní, títere de Netanyahu, como Pompeo. Y en lugar de éste, a una sociópata y criminal como Gina Haspel, quien se encargó de la brutal tortura a un ciudadano árabe (Abu Zubaydah), al que consideraba un terrorista, y al que finalmente no se le sacó ninguna información relevante.
Ahora, a raíz del caso Zubaydah (que perdió un ojo a consecuencia de las torturas), el Centro Europeo de Derechos Humanos y Constitucionales ha solicitado a la Procuraduría alemana, una orden de arresto contra Haspel, que por supuesto no ha sido concedida ( y ahora lo será menos, con su nuevo nombramiento).
En vista de que Netanyahu ya tiene en la bolsa a Trump y a los funcionarios que llevarán a cabo la estrategia contra Irán y Siria, era necesario quitar presión al aparato militar estadounidense, para que puediera dedicar todas sus energías contra el régimen iraní.
De ahí surgió la decisión de la reunión con Kim Jung-Un, con objeto de evitar que Estados Unidos tuviera que enfrentar dos conflictos mayores, uno en Asia-Pacífico y otro en Medio Oriente.
La enorme influencia del lobby pro Israel logró que el gobierno de Estados Unidos se enfocara en Irán y Siria, y abriera una puerta para disminuir las presiones en la península coreana.
De lo que se trata es que en los próximos meses Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Israel, ya sin tener que depender de mercenarios ni de terroristas, sino utilizando sus propias fuerzas armadas, puedan revertir la derrota que sufrieron ante Rusia, Irán, Siria y Hezbollah; y para ello se requería evitar una crisis militar en Asia-Pacífico, por lo que se le dará un respiro (quizás por un año) a Kim Jung-Un, en tanto se intenta revertir la derrota que los países occidentales sufrieron en Medio Oriente.

Pero para lograr eso, también requieren arrinconar a Rusia, y para ello se ha intensificado la presión, con el inventado atentado contra un ex espía ruso en Inglaterra, que dará el pretexto perfecto para aplicar más sanciones a Moscú y alinear a todos los países de la OTAN en ejercicios militares y amenazas al régimen de Putin; así como el muy probable reinicio de los ataques de Ucrania, a las provincias pro rusas del Este (para eso le vendió nuevo armamento el gobierno de Trump al régimen de Kiev); sin descartar algún atentado espantoso durante la Copa Mundial de Futbol en Rusia (por algo increíblemente y en el último momento, la selección de Estados Unidos quedó eliminada ante el débil Trinidad y Tobago); todo con objeto de mantener ocupada y cercada a Rusia (probablemente se organizarán manifestaciones de los aliados pro occidentales en Rusia, denunciando un supuesto fraude electoral en las elecciones presidenciales de este 18 de marzo), para que no pueda intervenir con los suficientes recursos militares, en ayuda de Assad o de Irán, una vez que se inicien las provocaciones y finalmente los ataques contra estos dos países (y contra Hezbollah e incluso contra el ejército de Líbano, ya que Israel se quiere apropiar de todos los yacimientos de gas, frente a las costas de este país).
En fin, que el gobierno de Trump es sólo una agencia del de Netanyahu y de la élite pro sionista en el mundo, que no están dispuestos a permitir que otros países les diputen su hegemonía en el Medio Oriente, ni que intenten detener la anexión completa de los territorios palestinos, dejando a la población de los mismos como parias (ya preparan Trump y Netanyahu un “plan de paz” que “tiene que aceptar” la Autoridad Palestina, en el cual prácticamente se elimina la creación de un Estado Palestino, y sólo quedarán pequeños territorios desconectados entre sí, dominados por el Ejército israelí y dependientes de lo que decida el gobierno de Tel Aviv).



[1] La principal organización pro sionista de los Estados Unidos, de las miles que existen en ese país.

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