Con la aprobación ayer, en la Cámara de Diputados, de la Ley
de Seguridad Interior, por parte de PRI, PAN, PVEM y PANAL, se confirma que el
eje tecnócratas-oligarcas-trasnacionales, está decidido a mantener el poder a
como dé lugar en las elecciones del 2018; y para ello requieren del “marco legal”
que permita la represión contra la población que proteste y se inconforme,
cuando lleven a cabo su ya muy anunciado fraude electoral, para imponer al
títere en turno (Meade).
Así, México acelera su trayectoria hacia la dictadura, ya que
no habrá otra forma de seguir imponiendo un modelo económico depredador, que ha
permitido a una minoría de plutócratas y políticos corruptos explotar a placer
a la población y sus recursos financieros y naturales durante las últimas tres
décadas; jugando además el papel de lacayos de Estados Unidos.
A pesar de que la oposición real, representada por Morena y
Andrés Manuel López Obrador están dispuestos a dar la batalla para evitar que
el país siga hundiéndose en la corrupción, la impunidad, la pobreza, la
violencia, la permanente inseguridad y la pérdida de la soberanía, los poderes
fácticos se han aliado para no permitirlo y mantener sojuzgado a este país, por
muchas décadas más.
Así, descabezaron a la PGR y a la fiscalía contra delitos
electorales, para de esa manera “negociar” con la falsa oposición del PAN y
PRD, a los aquiescentes funcionarios que nombrarán para que protejan el fraude
electoral del 2018; y de la misma forma, el nuevo Auditor de la Federación y el
Fiscal Anticorrupción, serán parte del “paquete” para “convencer” a panistas y
perredistas de que es mejor seguir con el sistema actual de saqueo, a permitir
que la oposición real llegue al poder y pueda poner en riesgo su maquinaria de
corrupción y explotación que tan buenos resultados les ha dado durante todos
estos años.
De la misma forma, los supuestos “candidatos independientes”,
básicamente Jaime Rodríguez Calderón y Margarita Zavala, que recibirán su “tajada”
monetaria para jugar el papel de comparsas en la elección presidencial,
servirán para fragmentar el voto anti sistema.
Y el “frente ciudadano”, en caso de lograr acuerdos para
elegir al candidato presidencial (Anaya o Mancera), estará más que dispuesto a “reconocer”
el triunfo del tecnócrata títere de turno (Meade); “triunfo” que como ya se vio
en las elecciones locales de Coahuila y Estado de México, el comprado y
sojuzgado tribunal electoral federal, dará por bueno, a pesar de las mil
irregularidades e ilegalidades cometidas por el PRI y el gobierno de Peña Nieto.
Los miles de millones de pesos que destinarán el gobierno y
los oligarcas para inundar a los medios de propaganda negativa contra Morena y
López Obrador, y de “virtudes” y halagos al títere tecnócrata, no serán
suficientes para conseguir un triunfo real, pero sí para tapar el fraude
electoral.
Y de la misma forma, la parte del establecimiento político y
económico estadounidense que tiene subordinados a los tecnócratas y oligarcas
nacionales, se encargará de “avalar” los resultados electorales, a través de
los medios de comunicación que manejan (CNN especialmente; pero igual NBC, CBS,
e incluso Fox), para que el mundo no tome en cuenta las protestas de la
oposición y “salude” el triunfo del continuismo depredador.
En caso de que las protestas no amainen, entonces los
soldados, policías y marinos entrarán en acción para “pacificar” al país (al
estilo 68); con lo que culminará el tránsito del país de un remedo de
democracia, hacia una dictadura prácticamente abierta (el tecnócrata títere,
sólo estará ahí para aplicar la política económica depredadora, pero todo lo
demás, quedará bajo la bota militar). Triste y decadente realidad de este país.
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