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Zapata

martes, 21 de noviembre de 2017

PROPUESTAS DE MORENA Y EL FRENTE, DEJAN INTOCADO EL MODELO NEOLIBERAL

Ayer Morena presentó su proyecto alternativo de Nación[1] ante sus consejeros nacionales; y los partidos que integran el Frente Ciudadano por México su plataforma para competir en las elecciones del 2018, ante el Instituto Nacional Electoral[2].
En ambos casos hay un énfasis en el combate (Morena llega a afirmar que la erradicará) a la corrupción, con generalidades en ambos casos, y en otros con propuestas un poco más aterrizadas.
En ambas propuestas se considera que las políticas públicas gubernamentales, aplicadas con honradez y eficacia, y sumándoles algunas innovaciones, podrán disminuir las brechas entre clases sociales y mejorar el nivel de vida de la mayoría de la población.
En el caso del Frente, destaca su intención de reformar al sistema político, quitando atribuciones al jefe del Poder Ejecutivo, fortaleciendo al Congreso y creando instancias intermedias como un Consejo Económico y Social.
Asimismo, los dos planteamientos (con mayor amplitud y precisión el de Morena, dado que ya es un proyecto y no sólo la plataforma política, como es el caso del Frente), asumen el reto de la pobreza como una de las principales prioridades que deberán atender; y con diferente énfasis, establecen una participación relevante del gobierno en ese rubro (Morena pone énfasis en una política social comprometida con los más vulnerables; el Frente resalta más la trasferencia de recursos, a través de un ingreso garantizado y el aumento a los salarios mínimos).
Sería muy largo enumerar las propuestas de Morena, que están más detalladas; y en todo caso habrá que esperar a que el Frente aterrice más lo que propone en su plataforma.
Pero lo que sí resulta absolutamente claro en ambos casos es que el modelo económico neoliberal queda casi intocado. Sólo Morena expresa sus dudas sobre las reformas estructurales, pero señala que las pondrá a consideración de la población. Esto parece totalmente fuera de lugar, ya que si lo que pretende Morena es preguntar a la gente si se mantienen o no dichas reformas, primero tendrá que establecer los mecanismos legales para que la consulta sea vinculatoria y por lo tanto los legisladores federales y  locales, estén obligados a legislar en consecuencia. De lo contrario, sólo serán ejercicios políticos que pueden fortalecer la posición contraria de un eventual gobierno “morenista” a las reformas, pero en esencia éstas se mantendrían, en tanto una mayoría de legisladores (2/3 partes) en el Congreso y una mayoría simple en las legislaturas estatales, no decidan echarlas para atrás y cambiar la Constitución, en donde ya están plasmadas (esa fue la jugada de los neoliberales y con Peña lo lograron, precisamente para evitar que un gobierno contrario a las reformas, las pudiera echar abajo con una mayoría simple en el Congreso).
En ambos casos se señala que se debe mejorar el salario de los empleados y trabajadores, y con ello fortalecer el consumo y el mercado interno.
Pero por ejemplo, en el caso de Morena se señala que la “reingeniería” fiscal, para reasignar partidas y el combate a la corrupción permitirá ahorros hasta de 400 mil millones de pesos al año, con lo que se financiará el desarrollo.
Esto con objeto de no aumentar los impuestos a las empresas y a la población. Sin embargo, no menciona nada sobre cobrar los impuestos diferidos, o la eliminación de la consolidación fiscal, que las grandes empresas utilizan cada año para no pagar hasta 700 mil millones de pesos en impuestos.
Se entiende que Morena sea cauteloso en ese aspecto, pues está tratando de demostrar a los oligarcas y a las trasnacionales que no está en contra de ellos, y sólo les pide que no alimenten más la corrupción.
En suma, “sigan saqueando al país, pero no más bájenle un poquito”.
Del Frente sólo se puede comentar que intenta disminuir algo la brecha entre ricos y pobres, y para ello le roba una propuesta que ya había hecho Morena hace algunos años, para establecer un ingreso garantizado para todas las familias, lo que es un reconocimiento de que el sistema capitalista actual nunca logrará el “pleno empleo”; y de hecho, tiende a desplazar cada vez más personas del mercado de trabajo, por los avances tecnológicos, por lo que la única forma de mantener la tasa de ganancia es inventarse dinero de la nada, pero en vez de regalárselo a los de siempre (el 1%), ahora sí se repartiría un poco entre los millones de jodidos del país, para que sigan consumiendo algo.
Incluso Morena señala que aunque el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), no ha sido del todo beneficioso para México, especialmente para los productores de escasos recursos en el campo mexicano, es necesario mantenerlo.
Así, los principales opositores al gobierno actual, no pretenden asustar a los dueños del dinero, en México y el mundo; y por el contrario, sus propuestas son sólo pequeños ajustes a un modelo económico depredador, que así seguirá esencialmente intocado, en vista de que los políticos de oposición saben que cualquier propuesta que efectivamente ponga en riesgo al sistema de explotación imperante (como por ejemplo, relativizar la autonomía del Banco de México, atando sus decisiones a las necesidades y proyectos de desarrollo económico y político del país; y no como ahora, que responde a las directrices de los organismos financieros internacionales y de los especuladores-usureros de Nueva York), implica su “acta de defunción” política, pues los oligarcas y las trasnacionales (con sus aliados tecnócratas) pueden hundir al país en una crisis económica profunda, cerrándole los créditos internacionales, provocando fuga de capitales y generando rumores y críticas en su contra en los circuitos financieros y económicos mundiales. Triste la realidad de este país.



[1] https://drive.google.com/file/d/1YQvaLm1Vi-BN-KlFO9jZr22ObPA1iNy_/view
[2] http://www.nacion321.com/elecciones/que-es-lo-que-propone-el-frente-ciudadano-esta-es-su-plataforma

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