LA OPOSICIÓN EN MÉXICO SE DEBATE ENTRE IR UNIDA O EN DOS FRENTES
Está por
comenzar la próxima semana la recolección de 150 mil firmas por cada
contendiente registrado en el Frente Amplio por México, con objeto de poder
pasar a la siguiente fase del proceso de elección de quien será el abanderado
(a) de la coalición PAN-PRI-PRD-organizaciones de la sociedad civil, para
enfrentar a la coalición gobernante en las elecciones presidenciales del 2024.
Si bien
serán alrededor de 13 o 15 los precandidatos registrados, la realidad es que la
competencia se centrará entre la senadora por el PAN, Xóchitl Gálvez; el
diputado federal del PAN, Santiago Creel; el hijo del expresidente Miguel de la
Madrid, Enrique De la Madrid por el PRI; y la senadora por el PRI, Beatriz
Paredes.
El impulso que organizaciones de la sociedad civil y diversos medios de comunicación y miembros de la “comentocracia” le han dado a Xóchitl Gálvez, se ha reflejado en una ventaja inicial sobre sus contendientes; y la preocupación inusual que el propio presidente López Obrador y una parte de los miembros de la intelectualidad orgánica de Morena han mostrado por la precandidatura de la senadora Gálvez (dado su origen humilde y su pertenencia al pueblo originario otomí del estado de Hidalgo), han acabado por posicionar a Gálvez como la rival a vencer en la contienda en el bando opositor; y como una respetable contendiente contra la favorita del lado oficialista, la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Pero ahora se ha iniciado un muy necesario debate en otro de los protagonistas de las elecciones del 2024, el partido Movimiento Ciudadano (MC), que en voz de su fundador y dirigente nacional Dante Delgado, ha manifestado reiteradamente que jamás se unirán al frente opositor, principalmente porque no quieren tener nada que ver con el PRI; y también por el papel de obstaculización que tanto el PRI como el PAN han jugado en contra del gobierno de Samuel García (de Movimiento Ciudadano) en Nuevo León.
Así también,
el muy joven y miembro de una familia acomodada de ese estado, Samuel García,
ha señalado que tanto PRI como el PAN representan la política “podrida” y vieja,
por lo que no iría con ellos “ni a la esquina”.
En cambio el
también gobernador por el Movimiento Ciudadano de Jalisco, Enrique Alfaro, ya
señaló que él no buscará la candidatura presidencial de su partido, y por el
contrario está dispuesto a explorar la posibilidad de hacer alianzas con PAN-PRI-PRD;
y en el mismo sentido se ha pronunciado el senador por MC de Jalisco y cercano
al gobernador Alfaro, Clemente Castañeda, quien busca ser el candidato de su
partido a la gubernatura de ese estado en 2024.
Especialmente
Castañeda manifestó que si la candidata del frente opositor es la senadora
Gálvez, el Movimiento Ciudadano debía considerar la posibilidad de sumarse al
mismo.
Vemos
entonces que la oposición está en un momento de inflexión, ya que de lo que se
decida al interior de Movimiento Ciudadano, que gobierna dos de las entidades
más importantes política y económicamente del país, como Jalisco y Nuevo León
puede depender que el Frente Amplio por México se convierta en un contendiente
de mucho respeto ante la coalición gobernante de Morena-PT-PVEM; o en su
defecto, si no hay acuerdo de ir con el frente opositor, abrir dos bandos, el
del frente y el del Movimiento Ciudadano, lo que evidentemente debilitará la
posibilidades de contender contra la coalición oficialista.
Sin
candidato establecido aún por cada coalición, diversas encuestas dan una
ventaja cómoda a Morena y sus aliados, sobre sus contrincantes[1]:
Morena 44.6%
+ PT 2.2% + PVEM 1.3% = 48.1%
PAN 21.9% +
PRI 11.7% + PRD 2.1% = 35.7%
MC 6.3%
No Sabe 6.4%
Como vemos,
en estos momentos, sin candidatos presidenciales aún, el Frente Amplio por
México está 12.4% debajo de Morena y sus aliados; y aún sumando la preferencia
de MC, quedaría 6.1% detrás del oficialismo.
Por ello,
para la oposición, no sólo es imperativo ir unida a la elección del 2024, sino
también con un candidato (a) de arrastre, que pueda ayudar a escalar la
desventaja que en estos momentos tiene respecto a Morena y sus aliados.
Además de
que se debe considerar que la de 2024 será una “elección de Estado”, dado que
el presidente López Obrador pondrá a disposición de su partido y sus candidatos
todos los recursos del gobierno federal, más los de 23 entidades federativas
que gobiernan Morena y sus partidos satélites, por lo que tal desventaja no
podrá ser superada por la oposición, si no va unida y con una candidata, en
este caso al parecer la senadora Gálvez, con carisma y presencia, que pueda
remontar la gran ventaja que tiene en estos momentos el bando oficialista.
Pero la
ceguera de ciertos dirigentes y especialmente las venganzas personales y
cuentas pendientes entre ellos, muy bien pueden acabar con dicha posibilidad,
aún antes de que se pueda comenzar a visualizar en el futuro cercano.
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