EL GOBIERNO DE LÓPEZ OBRADOR REAFIRMA SU CONDICIÓN DE VASALLO ANTE LOS ESTADOS UNIDOS
México siempre
ha sido considerado por los gobiernos de Estados Unidos como un Estado
subordinado, vasallo, como un protectorado. Incluso dentro del juego burocrático
del gobierno estadounidense los “asuntos mexicanos” se tratan como cuestiones “domésticas”
y raramente como cuestiones de política exterior.
Los
gobiernos del periodo neoliberal en nuestro país (1982-2018) reafirmaron este
tipo de relación, especialmente en dos ámbitos, el económico y el de seguridad.
En el
primero, México firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
que dio inicio el primer día de 1994, mediante el cual las estructuras y
procesos económicos se embonaron con las necesidades productivas, de consumo y
logísticas de Estados Unidos.
En él tema de seguridad, primero él gobierno de Vicente Fox se allanó a las prioridades establecidas por Washington en el periodo de la post-Guerra Fría, mediante la conformación de una supuesta Alianza para la Prosperidad y la Seguridad de América del Norte (2005); y posteriormente el gobierno de Felipe Calderón estableció un acuerdo en materia de seguridad conocido como la Iniciativa Mérida en 2008, con lo que México quedó definitivamente integrado a las estructuras y mecanismos de seguridad y defensa de la superpotencia, aunque explícitamente ello no se señalara en el acuerdo; lo que además se expresó en la integración de las Fuerzas Armadas mexicanas dentro del ámbito de responsabilidad del Comando Norte del Departamento de Defensa de los Estados Unidos[1].
Así, los 3200 kilómetros de frontera entre ambos países forman parte de la primerísima línea de defensa y seguridad de la superpotencia, por lo que es claro que todo aspecto relativo a la seguridad mexicana le parezca o no al gobierno en turno en nuestro país, es considerado una prioridad en Washington y por lo mismo, se consideran con la obligación de intervenir de una u otra forma para eliminar o al menos minimizar los riesgos que se originan desde nuestro territorio.
Es lo que se conoce desde el punto de vista estratégico como el "Imperativo categórico"; esto es, aquellas amenazas que pongan en peligro la existencia misma de la nación.
Ya el gobierno
de Trump dobló con una facilidad inusitada a López Obrador para imponerle sus
prioridades[2];
especialmente detener el flujo de indocumentados hacia Estados Unidos, y al menos
intentó que el gobierno de López Obrador disminuyera significativamente el
contrabando de fentanilo que llega a Estados Unidos por la frontera mexicana,
sin lograr grandes avances.
Biden ha
intensificado la presión sobre el gobierno mexicano para que detenga el flujo
de fentanilo a los Estados Unidos[3], y para ello ha designado
a la asesora de Seguridad Nacional, Elizabeth Sherwood Randall para encabezar
un grupo de trabajo con el gobierno mexicano que monitoreé el progreso de las
autoridades mexicanas en detener el contrabando de fentanilo. Sherwood Randall es la Homeland Security Advisor, lo que reafirma el hecho de que México es visto y tratado como un asunto "nacional" dentro de la burocracia estadounidense.
Ayer la
asesora del presidente Biden se reunió por segunda vez en menos de medio año
con el gabinete de seguridad del gobierno mexicano, presidido por el propio
presidente López Obrador.
La señora
Sherwood venía acompañada de subsecretarios y vicefiscales estadounidenses[4], mientras el gobierno
mexicano estaba representado por el Jefe de Estado y sus principales
secretarios en el gabinete de Seguridad Nacional.
Está muy
claro lo que eso quiere decir, el gobierno mexicano es visto y tratado como un
país bananero, que no requiere ni siquiera que la delegación visitante de
Washington venga presidida por un secretario del gabinete.
La asesora
Sherwood es una, digámoslo con todas sus letras, segundona de la oficina del
consejero de seguridad nacional Jake Sullivan, y el débil gobierno mexicano la
recibe como mandataria, en Palacio Nacional, con el gabinete de seguridad y con
el mismo Jefe de Estado en una reunión de más de dos horas.
En todo caso
López Obrador la hubiera podido recibir 15 minutos y dejarla que tratara los
temas de la agenda con los miembros de su gabinete; pero como él presidente no confía en
nadie más que en él mismo y además en las tardes (como se ha dado a conocer en
los Guacamaya Leaks)[5], prácticamente ya no hace
nada después de su conferencia “mañanera”, pues entonces tiene todo el tiempo
del mundo para atender a una funcionaria de cuarta del gobierno de Biden, que
viene a checar y pedir cuentas de lo que está haciendo el gobierno mexicano
para detener los cargamentos de fentanilo que matan a miles de viciosos en los
Estados Unidos cada año.
Sólo para “taparle
el ojo al macho” el gobierno mexicano destacó en la información sobre la
reunión que divulgó a los medios, que la señora Sherwood estuvo de acuerdo en que había que detener el
flujo de armas de Estados Unidos a México, pero sin comprometerse a nada más y
mucho menos a aceptar que México pida cuentas a Estados Unidos sobre ese tema,
tal como Washington lo hace al subordinado y vasallo gobierno mexicano en el
caso del fentanilo.
López
Obrador se la pasa diciendo que este gobierno “no es igual” a los neoliberales.
No, no es igual, es peor, en este tema como en muchos otros, pues siquiera los
anteriores no rebajaban al Jefe de Estado mexicano a ser un pobre funcionario de
segunda que tiene que reunirse con una funcionaria menor, para recibir
instrucciones y demandas de la abusiva y prepotente superpotencia.
[1]
Protege los “intereses nacionales” de Estados Unidos en el territorio
continental del país, Puerto Rico, Canadá, México y Las Bahamas.
[2]
Así como un nuevo tratado comercial, el USMCA; negociado y firmado por Peña
Nieto, pero avalado por López Obrador.
[3]
En 2021 se firmó un nuevo acuerdo de seguridad, el Entendimiento Bicentenario.
[4]
https://heraldodemexico.com.mx/nacional/2023/7/24/elizabeth-sherwood-randall-encabeza-delegacion-de-eu-que-visita-amlo-una-reunion-muy-productiva-524726.html
[5]
Hackeo de información a la Secretaría de la Defensa Naciona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario