Iconos

Iconos
Zapata

viernes, 26 de agosto de 2022

 ¿CUÁL ES EL OBJETIVO FINAL DE RUSIA, UCRANIA Y ESTADOS UNIDOS/OTAN?

Después de 6 meses de la “Operación Militar Especial” de Rusia contra Ucrania las narrativas sobre este conflicto varían enormemente, pues mientras Estados Unidos/OTAN afirman que no sólo se ha estancado el avance ruso, sino que ahora las bajas y pérdidas militares rusas comienzan a superar incluso las ucranianas; el gobierno ruso afirma que su plan va de acuerdo a lo establecido; que en ningún momento se pensó en derrotar a Ucrania en 4 días, como la propaganda occidental afirma; y que el objetivo de eliminar el peligro de Ucrania como base de ataques y agresiones contra Rusia se cumplirá, así sea que ello tome más de un año.

La realidad es que los objetivos explícitos de los distintos bandos implicados en el conflicto van más allá de la propaganda que se difunde a diario.

Ucrania

El gobierno de Zelensky ha establecido como objetivo inamovible el de expulsar a las fuerzas rusas de todos los territorios ucranianos, incluidos los que perdió desde 2014.

Todo hace ver que Zelensky ha aceptado las directivas de Estados Unidos y de la Gran Bretaña de que no debe negociar con el gobierno de Vladimir Putin; debe seguir la lucha contra los rusos, sin importar las bajas y la destrucción; y a cambio de ello, Occidente seguirá enviando armas y en su momento, la ayuda necesaria para la reconstrucción de Ucrania.

Lo anterior implica que Ucrania está amarrada a un conflicto que bien podría estancarse por años, obligada a seguir la lucha por Occidente, sin lograr expulsar a los rusos de su territorio; y en cambio con una permanente destrucción del país, de su economía y de su tejido social.

Estados Unidos /OTAN

En vista de que Washington y sus aliados han decidido que utilizarán este conflicto como un medio para debilitar a Rusia, propinarle una “derrota estratégica”, aislarla del resto del mundo y eventualmente lograr un cambio de régimen en Moscú, no van a permitir por ningún motivo que el gobierno de Zelensky o de cualquier otro gobernante ucraniano (si es que el comediante ya no les resulta útil) pacte una salida negociada con Putin.

Para los “halcones” de Washington y la OTAN ésta es una oportunidad como la que se presentó cuando la URSS invadió Afganistán en 1979, y se convirtió en un pantano del cual los soviéticos no pudieron salir victoriosos, teniéndose que retirar humillados en 1989; lo que dio como resultado el inicio del fin del comunismo real en la URSS y el desmantelamiento del campo socialista a principios de los años noventa del siglo pasado.

El gobierno de Biden y en general las élites políticas de Occidente, esperan que Ucrania se convierta en el nuevo Afganistán para Moscú, y después de algunos años de desgaste, sanciones económicas y crecente inconformidad de la población rusa, no sólo el ejército ruso salga derrotado de Ucrania, sino que el gobierno de Putin caiga.

Que lo anterior suceda o no dependerá de muchas circunstancias, pero sin duda en Washington ese es el objetivo final, y no se ve ninguna intención de dejar de alimentar el conflicto con armas, sanciones económicas y discursos incendiarios contra Rusia, hasta lograrlo.

Rusia

Para Rusia su objetivo primordial es neutralizar a Ucrania como base de amenazas y agresiones de Occidente en su contra; y por supuesto, evitar que se convierta en integrante de la OTAN, lo que supondría bases militares de esta alianza en territorio ucraniano, prácticamente contiguas al territorio ruso.

El otro objetivo de Rusia es anexarse definitivamente las provincias prorrusas de Ucrania del Este y Sur, para así evitar los continuos ataques del gobierno ucraniano en su contra y para contar con la mayor parte del litoral del Mar Negro, lo que asegurará a Rusia que el mismo no sea utilizado como “cabeza de playa” de la OTAN.

El costo para lograr dichos objetivos es muy elevado, en vista de que Occidente se ha unido (a regañadientes, pero lo ha hecho), contra Rusia, y ello implica una situación económica delicada, quizás por varios años, debido a las sanciones; un costo humano, económico y político alto para sostener un ejército en guerra en un país vecino, lo que evidentemente genera inconformidad en parte de la población rusa; y, un continuo trabajo diplomático para evitar que Rusia quede completamente aislada en el ámbito internacional, lo que implica ceder en muchos aspectos con otros países, para evitar que sigan las directrices de Occidente en contra de Rusia.

Así, lo más probable es que el mundo tenga que aceptar que este conflicto durará por bastante tiempo, en la medida en que los actores beligerantes no están dispuestos a ceder en sus principales objetivos; y mientras esto sea así, no hay posibilidad alguna de soluciones negociadas que lleven a un acuerdo de paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario