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Zapata

domingo, 15 de septiembre de 2019

209 ANIVERSARIO DEL INICIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO


Una vez más un presidente mexicano, desde el balcón de Palacio Nacional, dará el grito de independencia la noche de este 15 de septiembre, conmemorando el que el cura Miguel Hidalgo y Costilla diera en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, desde el atrio de la iglesia de Dolores en Guanajuato, para iniciar la rebelión contra las autoridades del Virreinato de la Nueva España, al grito de “Viva la Virgen de Guadalupe” y “Viva Fernando VII”, entonces depuesto rey de España por Napoleón Bonaparte.
La historia de México ha estado marcada por varias dicotomías: conquistadores españoles[1] vs imperio azteca; españoles y criollos vs pueblos originarios (o indígenas); españoles, criollos y mestizos vs pueblos originarios;  españoles vs criollos, mestizos y pueblos originarios; monarquistas vs republicanos; centralistas vs federalistas; conservadores vs liberales; porfiristas vs revolucionarios; constitucionalistas vs convencionistas; proteccionistas vs librecambistas; nacionalistas revolucionarios vs neoliberales; izquierda vs derecha.
La independencia alcanzada en 1821 es llevada a cabo por las élites españolas y criollas que rechazan el triunfo del liberalismo en España, y que deciden romper con la “madre patria” para mantener en la Nueva España los privilegios y la estructura de poder existente por 300 años.
Sin embargo, en lo profundo de la rebelión independentista, especialmente a través de la lucha de José María Morelos y Pavón, existía un impulso por hacer del nuevo país un lugar menos desigual, en donde la mayoría de mestizos e indios tuvieran derechos políticos y oportunidades económicas y sociales que les permitieran salir de la pobreza, tener acceso a la educación y prosperar económicamente.
Esta contradicción entre grupos, segmentos o clases sociales se ha expresado en la lucha política a lo largo de 200 años de independencia, pues las minorías políticas y económicas que han dominado al país, han mantenido, en lo esencial, la desigualdad económica y social; mientras que algunos sectores de los estratos medios y los grupos y sectores más pobres, han intentado, una y otra vez, pacífica o violentamente, cambiar esa realidad, generalmente con poco éxito.
A esta lucha entre clases dominantes y dominadas se han sumado otras dos que se traslapan con la primera.
Una es la lucha por el poder entre los grupos dominantes, tratando de mantener en lo esencial el esquema de acumulación de riqueza y privilegios para la minoría, y de explotación y exclusión para la mayoría.
Pero, la forma de hacerlo y los grupos en la cima encargados de ello, es lo que ha estado en permanente disputa desde hace dos siglos.
Unos pretendiendo centralizar y acumular poder y riqueza a través de sistemas más rígidos y autoritarios; otros tratando de suavizar en alguna medida el dominio y brindando algunos derechos y oportunidades de mejora económica y social a las masas.
Sin embargo, estas dos visiones (en general), de como abordar el gobierno y la economía del país, han derivado simplemente en luchas desnudas por el poder, lo que ha agravado la situación precaria de la mayoría de la población, que ha sido la carne de cañón de estas disputas.
Y el tercer conflicto que se mezcla con los dos anteriores, es cómo enfrentar las ambiciones y las agresiones constantes de potencias extranjeras, que continuamente desean subyugar, explotar y dirigir al país en beneficio de ellas.
Así, mientras unas élites desean que el país se someta por completo a dichas potencias, pensando que así se aleja el riesgo de guerras y conflictos constantes, y el país puede desarrollarse más convirtiéndose en una colonia o semicolonia de esas potencias; otros pretenden mantener algún grado de soberanía, y rechazan la subordinación a potencias extranjeras, impulsando la cooperación internacional y el respeto mutuo.
Es una gran simplificación la manera en que presento los principales conflictos que han marcado la vida independiente (es un decir) del país, pero creo que estos conflictos siguen siendo los puntos centrales que no se han podido resolver y que desgraciadamente siguen manteniendo al país en el subdesarrollo, la mediocridad y el atraso, entre el resto de las naciones del mundo.


[1] Y sus aliados indígenas como tlaxcaltecas, cholultecas, etc.

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