En los últimos 30 años la clase política del país, los
grandes empresarios y el aparato de seguridad mexicanos se han subordinado por
completo a los dictados del Consenso de Washington[1]
y a los parámetros de la hegemonía estadounidense.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por
sus siglas en inglés) en materia económica y la llamada Iniciativa Mérida[2]
en materia de seguridad, han sido los dos instrumentos principales mediante los
cuales las élites vasallas mexicanas han puesto al país bajo el dominio de
Estados Unidos.
Sin embargo, en materia económica la estrategia de supuesta
“integración” de un mercado norteamericano ha arrojado un magro 1.2% de crecimiento promedio durante 20 años
para México; y en materia de seguridad, la violencia se ha enseñoreado en el
país en forma nunca antes vista desde la Revolución Mexicana (1910-1920).
En los últimos días México ha sido noticia por los asesinatos
perpetrados contra periodistas en diferentes partes del país.
El pasado 15 de Mayo fue asesinado en Culiacán, la capital
del estado de Sinaloa (Noroeste de México), el periodista Javier Valdez
Cárdenas, fundador del diario local Riodoce, colaborador del diario nacional La
Jornada y de la agencia AFP.
Valdez fue por más de tres lustros uno de los periodistas más
conocidos y respetados en los temas de narcotráfico; la violencia generada por
esta actividad criminal y por la estrategia de “guerra” impulsada por los
últimos dos gobiernos federales mexicanos; así como en lo relativo a la
complicidad y asociación de las diversas autoridades locales y federales con
los grupos criminales.
El asesinato de Valdez siguió al de una conocida
corresponsal, también del diario La Jornada, y colaboradora del diario Norte de
Ciudad Juárez, Chihuahua, Miroslava Breach asesinada el 23 de marzo pasado, con
lo que ya suman 51 periodistas, comunicadores y trabajadores de medios de
comunicación asesinados durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2017),
al que aún le faltan un año y medio. Y este número palidece ante los 109
periodistas y comunicadores asesinados durante el macabro gobierno de Felipe
Calderón (2006-2012).[3]
De ahí que según la organización Reporteros Sin Fronteras,
México ya se ubica como el tercer país del mundo, después de Siria y
Afganistán, con el mayor número de periodistas asesinados en los últimos tres
lustros[4].
Pero los ataques contra el gremio periodístico se inscriben
en un contexto más amplio de aumento de la violencia e inseguridad en los
últimos 18 meses.
Así, el 2016 vio incrementarse el número de homicidios
respecto a 2015 en 23 de los 32 estados del país, llegando a 21,000 homicidios.
Desde el inicio del gobierno de Calderón en diciembre del 2006, hasta diciembre
del 2016 ya en el gobierno de Peña, el número de personas asesinadas llegaba a
200,000; el número de desaparecidos a 28,000, y el de desplazados por la
violencia criminal y la ejercida por el gobierno en su “guerra contra el
narcotráfico”, a 280,000 personas[5].
Para abril de este 2017 el número de asesinatos aumentó en un
32% respecto al mismo periodo de 2016[6],
de los cuales se considera que el 75% se pueden atribuir a las organizaciones
del crimen organizado. De ahí que se considera que este 2017 será el peor año
en materia de inseguridad y violencia desde 2011, año trágico para el país en
el que la cifra de asesinatos llegó a 27,200[7].
Los defensores de los derechos humanos en México han sido uno
más de los sectores atacados, pues en los últimos 5 años han sido asesinados en
el país 25 de ellos, principalmente en los estados de Guerrero, Chihuahua y
Oaxaca, de acuerdo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos[8].
Por ello México es considerado uno de los países más peligrosos del mundo en
esa materia.[9]
¿Qué explica esta situación de profunda crisis en materia de
seguridad en el país, que afecta a las dos terceras partes de los estados de la
República y que durante los últimos 10 años lleva una imparable tendencia
ascendente?
Aumento de la violencia vinculada al crimen organizado y a la
“guerra contra el narcotráfico”; corrupción cada vez más extendida y una
política económica enfocada a la concentración del ingreso en las grandes
corporaciones trasnacionales y nacionales, no son fenómenos aislados; están
fuertemente relacionados entre sí.
La endémica corrupción en México[10]
se ha insertado en un modelo económico excluyente, que genera enormes
desigualdades sociales; en donde una minoría, el 10% de la población, concentra
el 65% del ingreso nacional; y las dos terceras partes de la población
económicamente activa gana menos de 260 dólares al mes (el equivalente a dos
salarios mínimos)[11].
Desde que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés) en 1994, la productividad en
el país, especialmente en el sector manufacturero ha ido a la alza, mientras
que los salarios se han estancado. Sólo como un ejemplo, basta mencionar que en
el periodo 2007-2014 el índice de productividad laboral en el sector manufacturero
se elevó 9.5%, mientras que las remuneraciones medias reales sólo lo hicieron
en 1.1%.[12]
Así, la aplicación del modelo neoliberal en el país ha
permitido una brutal concentración del ingreso en las capas elevadas de la
población y en las grandes corporaciones trasnacionales y nacionales, pues por
ejemplo, las 400 más grandes empresas (extranjeras y nacionales) tienen
ingresos anuales por alrededor de 5 millones de millones de pesos (250 mil
millones de dólares) al año, y sólo pagan de impuestos el 1.7% de dichos
ingresos.[13]
En cambio durante la vigencia del NAFTA, el porcentaje de
pobres en el país no ha cambiado (en el mejor de los casos), según el propio
Banco Mundial,[14]
pues el número de mexicanos en extrema pobreza creció de 19 millones en 1994 a
23.1 millones en 2012 y los considerados en “pobreza moderada” sumaban 61.4
millones de personas, la mayor cantidad desde 1996.
La concentración del ingreso en una minoría, la extensión de
la pobreza, el estancamiento y retroceso de los salarios[15],
así como la precariedad de las condiciones laborales (el 60% de la población
económicamente activa labora en el sector informal, sin prestaciones sociales,
protección jurídica, ni acceso a servicios de salud), han llevado a millones de
mexicanos a emigrar del campo a la ciudad o a los Estados Unidos (dos millones
de campesinos perdieron su fuente de ingresos por el NAFTA[16]y
debieron emigrar); o han caído en la economía criminal (narcotráfico[17],
prostitución, tráfico de seres humanos, robo de combustible[18],
extorsión, secuestros, falsificación, “piratería” de marcas de ropa, artículos
eléctricos y electrónicos, etc.; asaltos a comercios, casas habitación,
transporte de mercancías, etc.); la cual por cierto es dirigida por la misma clase política
corrupta, que además lava su dinero en empresas, bancos y casas de cambio de la
plutocracia a la que está asociada.
Este esquema de explotación brutal de la población mexicana,
de los recursos naturales del territorio y de saqueo de las finanzas públicas,
en beneficio de la plutocracia trasnacional y de la oligarquía nacional, es
protegido y alentado por una clase política corrupta, que asociada a las
organizaciones del crimen organizado, se encarga de mantener aterrorizada a la
población con la violencia, la impunidad y la represión (cuando la población se
atreve a protestar), con objeto de evitar que la ciudadanía se oponga pacífica
o violentamente a dicho modelo de permanente depredación.
Este 2017 (el 4 de junio) se llevarán a cabo importantes
elecciones locales en el país (estados de México, Coahuila y Nayarit) en donde
se elegirán gobernadores; destacando el Estado de México, puesto que el
presidente Peña Nieto fue gobernador de esa entidad, y el grupo político que
domina al gobierno federal proviene de ese estado.
El candidato a gobernador en esa entidad es Alfredo del Mazo,
primo del presidente Peña; además de que el padre y abuelo de Del Mazo, del
mismo nombre, fueron gobernadores del Estado de México.
Del Mazo es uno de los representantes de la política corrupta
que los gobiernos del PRI (y del PAN)[19]
han impuesto al país[20],
pero ahora enfrenta un serio reto ante la candidata de la izquierda real (pues
hay una izquierda falsa representada por el Partido de la Revolución
Democrática, que se ha subordinado a las directrices de Peña), la maestra de
escuela, del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Delfina
Gómez.
Es factible que el gobierno de Peña imponga mediante el
fraude electoral a su primo en la gubernatura de su estado natal, lo que
seguramente generará un conflicto mayúsculo en la política mexicana.
Pero en caso de que la población del Estado de México logre
defender el voto y un eventual triunfo de la candidata de Morena sea respetado,
ello constituiría un golpe muy relevante al servil y neoliberal gobierno de
Peña Nieto, y fortalecería las posibilidades de que Morena, con su seguro
candidato a la presidencia y fundador, Andrés Manuel López Obrador, triunfe en
las elecciones presidenciales del 2018, y con ello se presente la posibilidad
de comenzar a revertir las nefastas políticas depredadoras neoliberales y
serviles a Estados Unidos, impuestas por los gobiernos del PRI y el PAN .
[1]
Paquete de reformas “recomendadas” a partir de los años ochentas del siglo
pasado, por los organismos financieros internacionales y el Departamento del
Tesoro a los países subdesarrollados endeudados, basadas en el libre mercado,
privatizaciones, reducción del Estado de Bienestar y estabilización macroeconómica.
[2]
Acuerdo entre los gobiernos de México y Estados Unidos para combatir el
narcotráfico y el crimen organizado. Mediante el acuerdo Estados Unidos aporta
a México helicópteros, aviones, equipo y refacciones, así como entrenamiento
para las fuerzas armadas y las policías mexicanas (inició en el 2008). Así
también, las fuerzas armadas mexicanas “voluntariamente” han quedado
encuadradas dentro del Comando Norte del Ejército de los Estados Unidos.
Las cifras oficiales y de diferentes organizaciones no
gubernamentales varían, pues cada uno hace su clasificación y metodología
propias. Por ejemplo, la Fiscalía para la Atención de Delitos contra la
Libertad de Expresión considera 47 asesinatos entre 2010 y 2016; de los cuales
tan sólo se habían logrado 3 sentencias condenatorias contra los autores de los
mismos. Mientras que la Comisión Nacional de Derechos Humanos tiene registrados entre 2000 y 2016, 119
asesinatos de periodistas. (http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/articulo/gerardo-esquivel/nacion/2017/05/20/es-la-impunidad-estupido).
[4]
Según Reporteros Sin Fronteras
entre 2000 y 2016 se han registrado 99 asesinatos de periodistas en México.
https://www.debate.com.mx/mexico/Ocupa-Mexico-el-tercer-lugar-en-asesinatos-a-periodistas-20170515-0327.html
Por su parte
la Federación Internacional de Periodistas estima el número en sólo 120
asesinatos en México desde 1990. http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/sociedad/2016/02/3/registran-120-periodistas-asesinados-en-mexico-en-los-ultimos-25
[5]
Ibidem.
[6]
Y también ha aumentado el robo a negocio en un 47%, las extorsiones en 30% y el
secuestro en un 18%. http://www.excelsior.com.mx/nacional/2017/04/26/1159840
[8]
http://www.animalpolitico.com/2016/03/derechos-humanos-alerta-25-defensores-civiles-han-sido-asesinados-en-los-ultimos-5-anos/
[10]
México obtuvo una calificación de 35 puntos de 100 posibles y el lugar 95 de
168 países según el Indice de Percepción de la Corrupción de Transparencia
Internacional (2016). En siete años México cayó del lugar 72 al 95. Esto a
pesar de que entre 2004 y 2016, los recursos destinados a combatir la
corrupción se incrementaron en un 94%. En el sector privado 8 de cada diez
empresas ha sufrido (en los últimos doce meses) fraudes relacionados con la
corrupción, lo que indica que este sector también es parte del problema. Y 44%
de las empresas realiza pagos ilegales a funcionarios del gobierno. Según la
OEA la corrupción le cuesta a México el 10% de su PIB, es decir 100,000
millones de dólares al año. http://eleconomista.com.mx/sociedad/2016/10/27/20-datos-sobre-problema-corrupcion-mexico
[11]
México ocupa el lugar 15 entre 17 países latinoamericanos en nivel de salario
mínimo con 129 dólares al mes. El primer lugar es Costa Rica con 534 dólares. http://alternativo.mx/2016/06/aumenta-productividad-en-mexico-los-peores-salarios-latinoamerica/
[12]
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la-productividad-en-mexico-si-crece-los-salarios-no.html
[13]
http://www.activista.mx/2016/01/mientras-que-grandes-empresas-no-pagan-impuestos-los-trabajadores-gastan-hasta-50-de-su-salario-en-ellos/
[14] México padece un estancamiento de 20 años en
reducir los niveles de pobreza. Es una mala noticia, asegura el Banco Mundial …...
En América Latina todavía viven 75 millones de personas en extrema pobreza, la
mitad de ellas en Brasil y México, de acuerdo con un informe publicado… por el
organismo.
La pobreza no ha disminuido en los últimos 20 años.
Una medición basada en el ingreso muestra que la tasa de pobreza en México es
la misma que en 1992, aseguró el Banco Mundial en el reporte Prosperidad
compartida y erradicación de la pobreza en América Latina y el Caribe.
Medidos
a partir de su ingreso, el número de mexicanos en extrema pobreza –con un
ingreso diario que es insuficiente para adquirir una canasta básica
alimentaria– se ubicó en 23.1 millones de personas, la cifra más elevada desde
1988. Mientras, en la clasificación de pobreza moderada se encuentra un
universo de 61.4 millones de mexicanos, la mayor cantidad desde 1996.
ROBERTO
GONZÁLEZ AMADOR Periódico La Jornada, Ciudad de México, 23 de abril de 2015, p.
24
[15]
De acuerdo al Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de
Diputados, el poder adquisitivo del salario mínimo se ha desplomado 90% en las
últimas dos décadas.
[17] http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2017/04/23/mexico-capital-mundial-del-narcotrafico/
[18]
Entre 2009 y 2016 fueron robados más de 14 mil millones de litros de
combustible de los ductos de Petróleos Mexicanos, representando pérdidas por 13
mil millones de pesos anuales (684 millones de dólares).
[19]
Partido Revolucionario Institucional, que gobernó a México (con diferentes
nombres) desde 1929 hasta el año 2000, y regresó al poder en 2012. Y el
conservador Partido Acción Nacional que gobernó del año 2000 al 2012. Ambos
defensores a ultranza del modelo neoliberal y de la “guerra contra el
narcotráfico”.
[20]
Del Mazo dirigió el Banco de Obras y Servicios que depende del gobierno
federal, y durante su gestión de dos años gastó más de 91 millones de dólares
en autos, aviones, fiestas, viajes, Ipads, boliche, yoga, etc.
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