La militarización de la contrarreforma educativa
Carlos Fazio
La Jornada 7de Diciembre de 2015
Impulsada por la plutocracia y sus operadores políticos en
el gabinete presidencial, la contrarreforma laboral diseñada para la
administración vertical y autoritaria del sistema escolar nacional es pieza
clave en la actual ofensiva del capitalismo depredador. Por eso, la élite
empresarial intenta imponer a toda costa su evaluación punitiva
mediante la fuerza coercitiva del Estado, encarnada en la coyuntura por una
Policía Federal militarizada y agentes encubiertos de los aparatos de seguridad
del Estado.
Enmarcada en una vasta campaña de intoxicación
desinformativa focalizada en la satanización del magisterio disidente, mediante
sobornos corruptores y mentiras se intenta someter a las y los maestros del
país, y establecer un nuevo régimen de control y vigilancia acorde con la
visión de la clase dominante. Como señaló Noam Chomsky en su obraLucha de
clases (Grijalbo, 1997), la intención de la comunidad empresarial es
contener y limitar la democracia (así sea meramente formal), las libertades
públicas y los derechos laborales y humanos, y hacerlos retroceder y si es
posible abolirlos. Se trata de una estrategia de rollback, de
dominio y vuelta atrás.
La millonaria y demagógica campaña propagandística
de la Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene esa finalidad: destruir las
hilachas del antiguo contrato social y desarticular los escasos espacios
democráticos conquistados por la lucha los trabajadores. Se busca volver a la
estructura social de los días del porfiriato, cuando los salarios eran casi de
esclavos. Y desaparecer también todos los derechos gremiales. Primero buscan
acabar con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE);
después seguirá el SNTE y todos los sindicatos. La disyuntiva es clara: hambre
o cárcel. Y puede ser aún peor: la muerte.
Chomsky ha citado en muchas ocasiones a Adam Smith
−uno de los héroes del resurgimiento de la derecha mundial− para describir la
máxima infame de los dueños de la humanidad:Todo para nosotros y nada para los
demás. También ha recurrido a otra frase que aparece unos cientos de páginas
después en La riqueza de las naciones, en la que Smith afirma
que la división del trabajo destruirá a los seres humanos y los convertirá
en unas criaturas tan estúpidas e ignorantes como pueda llegar a ser un ser humano.
Por eso, en una sociedad civilizada, el gobierno debería tomar medidas para
impedir que se llegue a esos límites.
En sentido contrario, hoy, en México, a través de
mandaderos políticos como Enrique Peña Nieto y Aurelio Nuño, el todopoderoso
Consejo de Hombres de Negocios y su principal sindicato, el Consejo Coordinador
Empresarial (CCE), hacen grandes esfuerzos para que las personas sean, para
tomar prestada la frase de Adam Smith, tan estúpidas e ignorantes como
pueda llegar a ser un ser humano. De muy atrás, gran parte del sistema
educativo fue diseñada para cumplir ese objetivo: conseguir la obediencia y la
pasividad de educadores y educandos.
Con la aspiración de ser el delfín del gran capital
para los comicios de 2018, cada lunes Aurelio Nuño manipula y utiliza con fines
propagandísticos a niños y niñas de primaria (con los que se saca la foto)
y gasta millones de pesos del erario en posicionarse políticamente como hombre duro.
Amparado en prácticas policiales intimidatorias y represivas, el Rudolph
Giuliani de la SEP conjuga casi a diario los verbos someter, despedir y
encarcelar, y con su lenguaje totalitario exige la rendición incondicional de
los maestros descontentos.
La sobrexposición de su vena autocrática busca
convencer al gran elector: los megamillonarios deForbes y la élite
clasista de la OCDE, que tiene interiorizado el pensamiento de los que mandan:
hay que educar a las masas según lo que Mexicanos Primero-Televisa −como brazo
operativo del CCE− entiende poreducación. Si no se educa a lachusma (Chomsky dixit)
según lo que la oligarquía consideraeducación, ellos tomarán el control. Y ellos son
lo que Alexander Hamilton llamó la gran bestia. Es decir, el pueblo
oprimido.
De allí la necesidad de estigmatizar a la CNTE, que
en contraposición a la educación alienante y domesticadora del gran capital
–que considera a la mujer y el hombre objetos, simples mercancías− impulsa una
educación humanista, dialogal, que busca hacer pensar y formar el
hombre-sujeto, ciudadano. Que a la manera de Paulo Freire concibe la educación
como práctica de la libertad, como una educación emancipadora.
El CCE tiene buenas razones para contener y limitar
al máximo los espacios democráticos, puesto que cuanta más libertad posee una
sociedad, más peligrosa se convierte lagran bestia y mayor es el cuidado
que hay que tener para enjaularla. A medida que crece la libertad, la necesidad
de coaccionar y controlar la opinión también aumenta para evitar que la plebe haga
uso de ella. Y allí entra una de las funciones principales de los medios de
difusión masiva: estigmatizar y criminalizar a la gran bestia, con la finalidad
de ayudar a someterla y domesticarla.
La evaluación militarizada y el examen punitivo no
son simples procedimientos técnicos y, sobre todo, no son neutrales. Se usan
para impulsar determinado modelo y están directamente vinculados al tipo de
proyecto político-ideológico que está implantando el régimen a marchas
forzadas. Como consignó aquí Arturo Cano, un modelo educativo que necesita 3.3
policías por cada maestro que presentó examen habla por sí solo. Desnuda la verdad oficial
y exhibe el fracaso gubernamental.
Ni la violencia ni la administración selectiva de
la justicia con fines político-disciplinarios podrán resolver la gran
polarización provocada por la contrarreforma del CCE, Televisa y Peña Nieto.
Frente a la ley del garrote de Nuño hace falta distensión, diálogo y una mesa
de negociación pública con la mediación de expertos en la materia. La
disyuntiva es entre una educación liberadora o el sometimiento para el despojo
por el capital depredador.
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