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Zapata

sábado, 2 de diciembre de 2023

 LÓPEZ OBRADOR PIERDE A SAMUEL GARCÍA EN LA CONTIENDA PRESIDENCIAL

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) había apoyado y cortejado al joven, inexperto y bravucón gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, del partido Movimiento Ciudadano, durante su gestión al frente de una de las entidades más importantes -desde el punto de vista económico- del país.

El objetivo de AMLO siempre fue dividir a la oposición que él denomina “conservadora”, integrada por los otrora partidos en el poder Acción Nacional y Revolucionario Institucional, más el partido del que el propio AMLO se distanció el de la Revolución Democrática, y el Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), que en su momento también había apoyado a AMLO en sus anteriores candidaturas presidenciales.

La lógica era muy simple, si AMLO había conseguido el 53% de los votos en las elecciones del 2018, y toda la oposición conservadora el 47%, era factible que el desgaste del ejercicio de gobierno, situaciones imprevistas como la pandemia y la subsecuente crisis económica mundial y eventos catastróficos, como el reciente huracán Otis que destruyó Acapulco, podrían hacer variar las preferencias electorales; y esos 6 puntos de ventaja desaparecerían.

De ahí que AMLO se dio a la tarea de alimentar las ambiciones del joven, impulsivo e impreparado gobernador de Nuevo León, para que aspirara a la candidatura presidencial, con lo que el voto opositor para 2024 se bifurcaría en dos opciones, la del bloque PAN-PRI-PRD y la del Movimiento Ciudadano.

Y tal como lo había planeado AMLO, sucedió, cuando hace un par de semanas el gobernador de Nuevo León, con el aval de la dirigencia de Movimiento Ciudadano, quedó como precandidato único de ese partido a la presidencia.

Así, al inicio de las precampañas presidenciales el pasado 20 de noviembre, las preferencias electorales de arranque, según la mayoría de las encuestas, daban a la candidata oficial Claudia Sheinbaum el 60%; a la candidata del frente Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, el 30%; y a Samuel García el 10%.

Con esos números, AMLO estaba seguro de que en los próximos 6 meses de precampañas y campañas, hasta las elecciones del 2 de junio del 2024, una oposición dividida, una ventaja tan grande del oficialismo; más la operación de una elección de Estado (uso ilegal de recursos gubernamentales para apoyar a los candidatos oficialistas), asegurarían no sólo el triunfo holgado de Sheinbaum, sino alcanzar las 2/3 partes de curules y escaños en el Congreso de la Unión, para así cambiar la Constitución a placer, sin obstáculos ya de parte de una muy disminuida, casi desaparecida oposición.

Pero da la casualidad de que el inexperto y atrabancado gobernador neoleonés hizo un desastre jurídico al tratar de pedir licencia de su cargo como gobernador, pues intentó dejar a su secretario de gobierno como gobernador interino; cuando es el Congreso del estado el encargado de nombrarlo, y teniendo mayoría PAN y PRI en dicha instancia, decidieron nombrar a alguien distinto (el vicefiscal).

A pesar de todos los intentos de García por imponer a su secretario de Gobierno como interino, la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló el nombramiento del Congreso, ante lo cual García ha preferido dejar su precandidatura y reasumir el cargo de gobernador de Nuevo León[1], con lo que AMLO ha perdido a un aliado en la elección presidencial, que seguramente le hubiera quitado entre 10 y 12 puntos porcentuales a la candidata que se encuentra en segundo lugar de las preferencias, Xóchitl Gálvez.

Para AMLO es un escenario que no esperaba, y ahora dependerá de lo que decida Movimiento Ciudadano sobre un nuevo candidato presidencial, que en todo caso no será tan conocido como García, y ello podría generar una migración de votos de este partido hacia Xóchitl Gálvez, con lo que la brecha entre Sheinbaum y la principal candidata de la oposición, podría comenzar a cerrarse.

Y sobre todo, la posibilidad de que el partido del presidente y sus aliados (Morena-PT-PVEM), logren las 2/3 partes en el Congreso de la Unión, comenzaría a alejarse.



[1] Según la legislación electoral, los candidatos presidenciales se deben separar de cualquier cargo público que ostenten, 6 meses antes de la elección; por lo que García, al reasumir su cargo como gobernador este 2 de diciembre ya no cumple con ese requisito.

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