SCJN: fallo histórico por la
consulta
https://www.jornada.com.mx/2020/10/02/opinion/002a1edi
La sala superior de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobó por seis votos a favor de sus 11
integrantes la constitucionalidad de la consulta popular demandada por el
presidente Andrés Manuel López Obrador para que la ciudadanía pueda
manifestarse acerca de si se debe iniciar o no una indagatoria judicial sobre
acciones presuntamente delictivas cometidas por Carlos Salinas de Gortari,
Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y
Enrique Peña Nieto en sus respectivas administraciones. Aunque a la postre el
máximo tribunal del país decidió cambiar la redacción de la pregunta a
realizar, con lo que los nombres de los referidos no aparecerán, el fondo del
asunto se mantiene en la versión finalmente aprobada: emprender el esclarecimiento constitucional
y legal de las decisiones políticas adoptadas por los cinco ex gobernantes
a fin de garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas.
Falta
ahora que el Senado de la República la remita al Instituto Nacional Electoral,
de modo que éste incluya la consulta en los comicios programados para el año
entrante.
El fallo
de la SCJN representa, pues, un importante paso en el complicado y laberíntico
proceso de desmontar el andamiaje de inmunidad –y a fin de cuentas, de
impunidad– que el sistema político construyó en torno a los titulares del Poder
Ejecutivo y que ha sido una atadura ineludible para el desarrollo de una
verdadera democracia en el país.
Por
añadidura, la realización misma de la consulta, si se llega a ella, será un
ejercicio fundamental de democracia participativa en el que la sociedad habrá
de decidir si se mantiene esta pieza central del statu quo político
heredado por el gobierno de la Cuarta Transformación o si, por el contrario, se
desecha de una vez por todas esa abominable excepción constitucional que
convertía en intocable al presidente en funciones y aun después de que éstas
concluyeran.
Es
importante recalcar que entre la determinación de ayer del máximo tribunal del
país y la materialización de imputaciones penales en contra de Salinas,
Zedillo, Fox, Calderón y Peña, hay todavía mucho camino por recorrer y que éste
es inevitablemente incierto. Aunque parece existir un amplio consenso social en
el sentido de que las cinco presidencias anteriores causaron a México daños
gravísimos en lo humano, lo político, lo económico y lo social, no es evidente
que sus decisiones puedan ser tipificadas como delitos específicos en el marco
legal vigente. Por lo demás, en caso de que así ocurriera, habría que ver el
resultado de procesos penales complicados y hasta laberínticos en los que los
posibles imputados sin duda recurrirían a poderosos mecanismos de defensa
legal.
Nada de
lo anterior resta importancia al avance de una causa social que logró recabar
más de 2 millones y medio de firmas en dos semanas y que fue asumida como
propia por el Presidente de la República. En esa causa confluyen dos
justificadas exigencias: que se revise penalmente la actuación de los ex
titulares del Ejecutivo federal y que se recabe la opinión de la sociedad ante
asuntos de trascendencia nacional como el que está en juego.
Al margen
de lo que ocurra en el juicio que se sigue a Emilio Lozoya Austin –en el que
Peña Nieto y Calderón Hinojosa podrían ser imputados por actos de corrupción–,
el hecho de que se haya abierto esta otra vía de esclarecimiento es sin duda un
triunfo de la democracia, de la justicia y de la sociedad.
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