ESTADOS UNIDOS ES LA PRINCIPAL
AMENAZA A LA PAZ MUNDIAL
En medio de
la peor pandemia que ha sufrido la humanidad en 100 años (desde la de la
influenza de 1918-1920), el imperio decadente, pero aún hegemónico de Estados
Unidos pretende aprovechar la contingencia, para atacar militarmente a aquellos
países que se han negado a aceptar su dominio, tales como Irán y Venezuela.
Desde hace
unos días se inició la operación de “cambio de régimen” para Venezuela, con las
acusaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos contra el gobierno
de Venezuela, acusándolo de proteger el narcotráfico que supuestamente las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) realizan con destino al país
norteamericano.
Casi al
mismo tiempo el gobierno de Nicolás Maduro descubrió y desmanteló un nuevo
intento de golpe de Estado, en el que está involucrado, una vez más, el títere
Guaidó.
Después, el
títere del lobby pro Israel, Mike Pompeo hizo una ridícula propuesta de
gobierno de transición para Venezuela, encabezado por Guaidó, con el solo objetivo de decir que
Washington sí ha propuesto “salidas pacíficas”, lo cual es una sonora burla al Derecho
Internacional, y por lo mismo fue firmemente rechazada por el gobierno
venezolano.
Ahora, Trump
anuncia que está enviando buques de guerra a las afueras de las costas
venezolanas como parte de su estrategia “antidrogas”. Como si les preocupara
eso gran cosa, cuando es bien sabido que ha sido el gobierno de Estados Unidos
el principal protector y encubridor del narcotráfico internacional (basta echar
un vistazo a la serie documental Narcoamérica de History Channel, de octubre de
2017 y que está siendo transmitida nuevamente en estos días)[1]. Pero ya sabemos que los
hipócritas gobernantes estadounidenses han utilizado las “guerras” contra el
narcotráfico y el terrorismo como pretextos para atacar a los países que no se
someten a sus órdenes y para mantener en permanente conflicto al mundo, con
objeto de alimentar su insaciable maquinaria de guerra del complejo militar-industrial.
Además,
Trump quiere desviar la atención hacia un conflicto abierto con Venezuela, en
los momentos en que la pandemia del coronavirus está demostrando las serias
vulnerabilidades de la superpotencia, con falta de insumos necesarios (kits de
prueba, mascarillas, camas de hospital, respiradores artificiales, etc.) para
hacer frente a la emergencia sanitaria.
Asimismo,
los sionistas que manejan a su antojo la política exterior y de defensa de
Estados Unidos, están enviando más tropas al Medio Oriente para atacar a las
milicias pro iraníes que operan en Irak, con lo que mandan el claro mensaje de que
les importa un pepino el llamado del secretario general de la ONU, Antonio Guterres,
para establecer un alto al fuego en todos los conflictos bélicos mundiales, en
tanto se resuelve la pandemia del coronavirus.
De la misma
forma el gobierno de Trump mantiene las inhumanitarias sanciones económicas
contra Irán, Venezuela y Cuba (entre muchos otros países), lo que agudiza los
problemas internacionales para detener la expansión del contagio del
coronavirus a nivel mundial.
No cabe duda
de que en su lenta y persistente caída, el imperio estadounidense está decidido
a generar más caos y destrucción, y por lo mismo es la principal amenaza a la
paz y a la seguridad internacionales.
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