El
presidente López Obrador (AMLO) informó que se reunió con los 10 hombres más
ricos del país para pedirles que sigan invirtiendo en México, ante la caída
económica en los dos primeros trimestres del año (por más que AMLO quiera
presumir que a diferencia de la disminución del 0.2% del primer trimestre, la
economía “creció” 0.1% en el segundo).
La previsión
de los “analistas” es que el crecimiento económico del país será del 0.79%[1] (para el 2020 se estima en
1.47%), debido principalmente a la “incertidumbre política interna” y a las
decisiones de política económica del gobierno; así como a la inseguridad
pública.
En resumidas
cuentas, los grandes capitalistas le dicen a AMLO que o su gobierno cambia su forma
de gastar el presupuesto, en favor de los intereses de siempre; y deja hacer
negocios a los oligarcas como están acostumbrados, o las calificadoras
internacionales y el gran capital nacional e internacional seguirán castigando
en los mercados de deuda y de inversión al país.
Y AMLO ya se
dobló, como lo hizo con el gobierno de Trump, a cambio de que le dejen mantener
algunos de sus clientelares programas sociales de transferencias directas a
ciertos segmentos de la población; y hasta donde le alcance con su austeridad
presupuestaria, sus proyectos de obra pública.
En materia
de deuda pública, sigue el ritmo dejado por la administración pasada, del orden
de más de mil millones de pesos al día, situando la deuda en 10 billones 965
mil 246.3 millones de pesos, por lo que se pagaron durante el primer semestre
de este año por intereses, comisiones y otros gastos, 361,949 millones de
pesos, un incremento del 4.7% respecto al mismo periodo del año anterior. Aún
falta por pagar este año, 927,850.6 millones de pesos. La deuda del país corresponde
al 44.1% del PIB.[2]
Finalmente,
AMLO pretende engañar a las masas empobrecidas del país, que con unas cuantas
obras públicas, que aún no se sabe si tendrá los recursos suficientes para realizarlas,
y con transferencias directas de dinero a grupos vulnerables, el país saldrá
del pozo de pobreza y desigualdad en la que lo hundieron 70 años de corrupción
priista y 30 años de gobiernos neoliberales.
Aún está por
verse si efectivamente la lucha contra la corrupción logrará detener ese cáncer
en el país, o sólo será una pausa, en lo que se recomponen los intereses
políticos y económicos que han saqueado a México.
Está claro
que AMLO, cada vez más cae en los tentáculos del gran capital nacional y
transnacional, lo qué aunado a su sumisión al gobierno de Trump, llevará a su
Cuarta Transformación a un verdadero “parto de los montes”.[3]
[3]
Fábula de Esopo en la que los montes dan signos de que una enorme catástrofe está
por ocurrir, y está por “dar a luz “algo asombroso. Sin embargo, lo único que
sale de ellos es un pequeño ratón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario