Esta claro
que el sistema depredador neoliberal y sus principales beneficiarios, los
oligarcas del Consejo Mexicano de Negocios (CMN) y sus subordinados del Consejo
Coordinador Empresarial (CCE); los corruptos del PRI, PAN, PRD y PVEM (ahora adherido
a la fórmula ganadora de Morena); las trasnacionales y el crimen organizado, no
acusaron recibo de su derrota electoral el 1o de Julio pasado, y pretenden que
todo siga igual.
Desde el
Banco de México, la Secretaría de Hacienda, las “calificadoras” como Moody’s y
Standard & Poor’s; el Fondo Monetario Internacional, el Departamento del Tesoro
y Wall Street se mantiene la presión sobre López Obrador (AMLO) para que no
cambie una coma de la política económica que por treinta años ha concentrado el
ingreso en una minoría y ha mantenido en la pobreza a por lo menos el 43.6% de
la población (según el Coneval), es decir a 53.4 millones de personas; situando
a México en el lugar 119 mundial en lo que se refiere al coeficiente de Gini
con 0.43 (el primer lugar es Islandia con 0.241; y en América Latina es Uruguay
con 0.380 en el lugar 85 mundial).[1]
Desde el CMN
y el CCE se insiste en que no hay alternativa a Texcoco para la construcción
del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, que asegurara contratos para
empresarios mexicanos y extranjeros por casi 500 mil millones de pesos en la
sola construcción del aeródromo y otro millón de millones de pesos en las obras
adyacentes como medios de comunicación y transportes terrestres, hoteles,
restaurantes, bodegas, centros de negocios, etc.
Por su parte
el naciente complejo militar mexicano ha logrado ya convencer a López Obrador
que la estrategia de combate al narcotráfico, mediante el uso de las fuerzas
armadas, debe continuar (siguiendo el guion del Pentágono), lo que
evidentemente tenderá a chocar con la otra estrategia de AMLO de “perdón” y “amnistía”;
así como con la posible legalización del uso de la marihuana y del cultivo de
la amapola, lo que seguramente rechazará el gobierno de Estados Unidos y
entonces se medirá la resolución del nuevo gobierno ante las presiones de la
potencia del norte.
Por su parte,
el moribundo dinosaurio priísta y sus hermanos de proyecto, el PAN y el PRD,
pretenden obstaculizar las políticas públicas del nuevo gobierno, como ya lo
amenazó directamente el gobernador priista de Campeche, Alejandro Moreno.
Para estos
corruptos el desastre en el que dejan al país no tiene ninguna importancia;
según ellos, la población los va a llamar de vuelta, pues demostrarán que AMLO
y Morena “no saben gobernar”; como si ellos hubieran dejado un país en bonanza,
ocupando el lugar 77 en el Indice de Desarrollo Humano de la ONU, con una
puntuación de 0.762 (el primer lugar mundial es Noruega con 0.949; y en América
Latina es Chile con 0.847, en el lugar 38 a nivel mundial).[2]
Y que
podemos decir del tema de la corrupción, en el que México ocupa el lugar 135 en
el Indice de Percepción de Transparencia Internacional, con un raquítico
puntaje de 29 (el país menos corrupto según este índice es Nueva Zelanda con 89
puntos; en América Latina es Uruguay con 70 puntos, en el lugar 23 mundial).[3]
Pero oligarcas,
neoliberales y corruptos viven su realidad alterna, en donde la pobreza y la
destrucción del país, es inversamente proporcional a su propia riqueza y poder.
De ahí que cualquier intento, por medroso que se haga, para modificar la
realidad lacerante de millones de mexicanos, lo ven como un ataque a su
bienestar, que identifican cínicamente con el del país.
Por ello,
van a hacer todo lo posible por hacer fracasar las pocas políticas públicas que
AMLO intentará desarrollar para cambiar algo de la triste y agobiante realidad
que viven millones de mexicanos, que se debaten entre la vida y la muerte
diariamente, ante el aumento exponencial del crimen, la violencia y la
inseguridad; azuzados por un régimen político que se desmorona, y que pretende
dejarle un páramo al nuevo gobierno, para después acusarlo de haber fracasado
en su intento por levantar a un país moribundo, al que estos desalmados
apuñalaron y torturaron por décadas.
[1]
Mientras más se acerca a 1, más desigual es un país. https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pa%C3%ADses_por_igualdad_de_ingreso
[2]
En este caso mientras más se acerca a 1, mayor desarrollo humano registra el
país. http://hdr.undp.org/sites/default/files/HDR2016_SP_Overview_Web.pdf
[3]
En este caso, mientras
más se acerca el puntaje a 100, menos corrupto es un país.
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