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Zapata

martes, 25 de septiembre de 2018

DISCURSO LLENO DE AGRESIVIDAD DE TRUMP EN LA AGONU

Presumió el gasto militar, la economía y la supuesta fortaleza de Estados Unidos, lo que según él beneficia a la paz mundial. Insistió en que cada país debe defender su soberanía, su cultura y sus intereses, lo que resulta absolutamente contradictorio con sus intentos de cambio de régimen para Venezuela, Siria, Irán y Nicaragua.
Las negociaciones con Corea del Norte las presentó como un gran logro, al haber detenido las pruebas nucleares y de misiles de Pyongyang.
En el Medio Oriente, presumió las acciones de las petro-monarquías del Golfo para “combatir el terrorismo”; e increíblemente aplaudió la “ayuda” que Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos y Qatar han dado para “terminar” la guerra civil en Yemen. Una realidad alterna, pues Estados Unidos ha apoyado los bombardeos de Arabia Saudita en Yemen, generando una de las crisis humanitarias más graves de la actualidad.
Sobre Siria, señaló que lo que se requiere es des escalar el conflicto, pero volvió a amenazar a Assad si utiliza “nuevamente” armas químicas. Atacó a Irán como el principal causante de la guerra civil de Siria y lo calificó como régimen corrupto, maligno, que esparce destrucción y el terrorismo en el Medio Oriente y el mundo.
Trump demuestra con esto que sigue siendo el “shabbos goy” de Netanyahu y de los neoconservadores y pro-israelíes que manejan la política exterior y militar de Estados Unidos. Fue como escuchar a Netanyahu mismo; es casi seguro que toda la parte relativa a Irán, fue escrita en Tel Aviv.
Y por supuesto, exaltó el cambio de la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, subrayando que sólo se reconoció una realidad.
Increíble el nivel de servidumbre de Washington hacia el gobierno israelí.
Se quejó del comercio “desleal” de otros países hacia Estados Unidos, así como la supuesta manipulación de los tipos de cambio que los afectan. Presumió los acuerdos comerciales logrados con México y Corea del Sur y se quejó del funcionamiento de la Organización Mundial de Comercio, especialmente por el “robo” de propiedad intelectual. Y, por supuesto señaló que su país ya no será “víctima de esos abusos” y puso como ejemplo las tarifas que se han aplicado a China.
Denostó nuevamente a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU por “atacar” a Estados Unidos y a otros aliados (llámese Israel), por lo que se retiraron de este cuerpo.
Igual se lanzó contra la Corte Internacional de Justicia, la que según él viola el debido proceso, por lo que Estados Unidos no acatará ninguna de sus resoluciones.
Su coartada para no asumir ninguno de los compromisos internacionales establecidos, es que el patriotismo y la defensa de la soberanía de Estados Unidos está primero que todo.
Atacó a la OPEP por el aumento de los precios del barril de petróleo, y a Alemania por la construcción de un oleoducto desde Rusia, que los hará dependientes energéticamente de ese país.
Estableció que en el hemisferio occidental no aceptan interferencias extracontinentales, haciendo referencia a la Doctrina Monroe (qué dirán los vasallos países latinoamericanos al respecto); demostrando así que no tiene respeto alguno por América Latina, a la que sigue considerando su “patio trasero”.
Señaló que los países latinoamericanos trabajan con Estados Unidos para detener la migración ilegal y el tráfico de seres humanos, presentando su posición anti inmigratoria como si fuera una política humanitaria.
Y por supuesto, señaló que Estados Unidos no se unirá al nuevo pacto sobre migración recientemente finalizado, pues no se subordinarán a acuerdos internacionales que limiten su capacidad soberana.
También se lanzó contra el gobierno venezolano y sus “patrocinadores cubanos” y pidió que todos los países se unan a Estados Unidos para “restaurar la democracia en Venezuela”; además, anunció nuevas sanciones contra el gobierno de Maduro.
Así también, señaló que la ayuda que dan internacionalmente se revisará, de acuerdo a los compromisos que los países tengan con los valores e intereses de Estados Unidos.
Además, Estados Unidos ya no pagará más del 25% de los Cuerpos de Mantenimiento de la Paz de la ONU.
En resumidas cuentas, va a usar el poder financiero para obligar a la ONU a velar por los intereses estadounidenses, y ninguno otro.
Alabó los logros de India, Arabia Saudita, Israel, Polonia, países que se han alineado (en el caso de Israel, Estados Unidos se ha alineado a los intereses israelíes) a las prioridades de Washington, poniéndolos como ejemplo de lo que deben hacer el resto de los países, para que el imperio los considere buenos vasallos.
Es uno de los discursos más desastrosos y destructivos que se han escuchado en las Naciones Unidas, en el que el país aún hegemónico, llegó a amenazar a los países del resto del mundo, advirtiéndoles que si no se someten a las órdenes de Estados Unidos, sufrirán las consecuencias. Reflejó su completo desprecio al derecho Internacional, al multilateralismo, a los organismos internacionales, a la cooperación internacional y a la paz mundial.

Ominosos tiempos los que le esperan al mundo con un gobierno de Estados Unidos decidido a mantener su decadente y peligrosa hegemonía a como dé lugar; y a defender con todos los medios a su alcance a su amo, el gobierno israelí, otro violador consuetudinario del Derecho Internacional y de la paz internacional.

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