EL GRAN NEGOCIO DE LA GUERRA
Para el complejo militar-industrial y de seguridad de Estados
Unidos, así como sus “think tanks”, la guerra es el principal negocio del país,
además de ser el vehículo que permite mantener la hegemonía estadounidense en
la mayor parte del planeta.
La Cámara de Representantes acaba de aprobar un presupuesto
de “defensa” para el siguiente año fiscal de 612 mil millones de dólares. Por
su parte, Barack Obama se reunió con representantes y algunos de los monarcas
(Qatar y Kuwait) de las petromonarquías del Golfo Pérsico y de Arabia Saudita,
a los que prometió una venta continua de armas y la realización de ejercicios
militares conjuntos, para reafirmar su compromiso con estos países ante la que
consideran “la amenaza iraní”.
Para estos monarcas fabulosamente ricos, el que Irán logre un
acuerdo con el P5+1 (miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y
Alemania) sobre su programa nuclear, lo que eventualmente permitiría remover
las sanciones económicas en su contra, significaría un impulso muy importante
para su economía y por lo tanto su presencia política, económica y religiosa en
la región se vería fortalecida; algo que Arabia Saudita, sus socios del Consejo
de Cooperación del Golfo (Bahréin, Qatar, Emiratos Arabes Unidos, Omán y
Kuwait), no desean (junto con Israel, Egipto y Turquía), por lo que han logrado
este apoyo de Estados Unidos, que además se constituirá en un nuevo gran
negocio para las empresas relacionadas con el intervencionismo militar
estadounidense.
Por otro lado, Estados Unidos está expandiendo su presencia
militar en el Lejano Oriente, y algunos países ya están aprovechando esa
circunstancia para fortalecer sus sectores militares, con el pretexto de la “amenaza
china”, que ha generado diferendos con varios países por cuestiones de límites
marítimos, derechos sobre ciertos atolones e islas y sobre el aprovechamiento
de los recursos naturales de esas zonas.
Tal es el caso de Vietnam, que después de conmemorar el 40
aniversario de su victoria sobre Estados Unidos y de la reunificación del país,
ha decidido acercarse a Washington mediante una reunión (22 de Abril) con
contratistas militares estadounidenses (representantes de Boeing, BAE Systems,
Lockheed Martin, Honeywell International, entre otras) para explorar la
posibilidad de comprar diversos tipos de armamento y tecnología, con objeto de
contrarrestar la que consideran una China demasiado agresiva. De acuerdo con el
Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI; http://www.sipri.org/),
de 2005 a la fecha, Vietnam ha aumentado en 128% sus compras en materia
militar, y su presupuesto de defensa llegó a 4,300 millones de dólares en 2014,
un aumento de 9.3% respecto al año anterior.
A lo anterior hay que sumar las operaciones estadounidenses contra
el Estado Islámico en Irak; el apoyo a los grupos rebeldes en Siria (con la posibilidad
de que este conflicto se intensifique, pues Israel prepara ataques contra
Hezbollah –aliado del régimen de Bashar el Assad- en el sur de Líbano y ha
estado atacando posiciones del ejército sirio con su aviación); aunado a su
colaboración con Francia en operaciones en Mali; así como el apoyo a Arabia
Saudita en sus ataques contra los houthis en Yemen; su incremento de apoyo
logístico y presencia de “asesores” en Ucrania y en varios países colindantes o
cercanos a Rusia (países Bálticos, Georgia, Polonia); además de su ya casi “eterna”
presencia en Afganistán; y por supuesto sus bases en Corea del Sur y Japón que
se han visto reforzadas por las disputas con Corea del Norte; sólo por
mencionar algunas de las intervenciones y colaboraciones más conocidas.
Como se puede apreciar, la presencia militar estadounidense
en todo el mundo no tiende a disminuir, sino todo lo contrario, por lo que es
perfectamente entendible que los “halcones” y neoconservadores del Partido
Republicano, y los “intervencionistas humanitarios” del Partido Demócrata estén
más que interesados en expandir el negocio de la guerra, que en acotarlo.
Así, una buena parte de los congresistas republicanos que
pretenden descarrilar el acuerdo del P5+1 con Irán, lo ven como la puerta de
una posible guerra contra este país, que bien podría aumentar los gastos
militares de manera exponencial (no sólo por las ventas que se harían a los
países enemigos de Irán, sino por la posible intervención directa de las
fuerzas armadas estadounidenses en dicho conflicto), y los negocios florecerían
por muchos años.
De la misma forma, se busca nuevamente convencer a los
aliados de Washington y al propio Barack Obama de que es tiempo de iniciar
acciones directas contra el gobierno de Bashar el Assad, sin importar que ello
pueda fortalecer al Estado Islámico y a los aliados de Al Qaeda que operan en
Siria, como el Frente Al Nusra (apoyado por Israel), ya que lo que a estos
mercaderes de la muerte les interesa es el conflicto bélico por sí mismo, sin
importar que devaste países enteros y genere caos en regiones completas, puesto
que el negocio está en la guerra, no en la estabilidad y en la paz.
A continuación se incluye un cuadro con las 10 empresas más
grandes del mundo dedicadas a la venta de armamento (miles de millones de
dólares), de acuerdo al SIPRI en su libro del año 2013.
2013
Rank Company Country Arms Total Total Total
Sales Sales Profit
Employ
1
|
|
|
35 490
|
45 500
|
|
2 981
|
115 000
|
2
|
|
|
30 700
|
86 623
|
|
4 585
|
168 400
|
3
|
|
|
26 820
|
28 406
|
|
275
|
84 600
|
4
|
|
|
21 950
|
23 706
|
|
2 013
|
63 000
|
5
|
|
|
20 200
|
24 661
|
|
1 952
|
65 300
|
6
|
|
|
18 660
|
31 218
|
|
2 357
|
96 000
|
7
|
|
|
15 740
|
78 693
|
|
1 959
|
144 060
|
8
|
|
|
11 900
|
62 626
|
|
5 721
|
212 000
|
9
|
|
|
10 560
|
21 292
|
|
98
|
63 840
|
10
|
|
|
10 370
|
18 850
|
|
761
|
65 190
|
Sólo estas diez empresas tuvieron ventas por 202,390 millones
de dólares en el 2013. Hay miles de empresas más que se dedican a la
fabricación de todo tipo de insumos para las fuerzas armadas y de seguridad,
que se ven beneficiadas con el aumento e intensificación de los conflictos
alrededor del mundo.
De acuerdo al SIPRI, en 2014 hubo gastos militares a nivel mundial
por un trillón, 776 mil millones de dólares, siendo Estados Unidos el que más
gastó con 610 mil millones, correspondiente al 34% del total mundial.
Le siguió China con 216,000 millones de dólares,
correspondiente al 12%; en tercero Rusia, con 84,500 millones de dólares,
equivalente al 4.8%; en cuarto lugar está Arabia Saudita con 80,800 millones de
dólares, el 4.5% del total ; y en quinto lugar está Francia con 62,300 millones
de dólares, el 3.5% del total mundial.
De ahí que las empresas de la industria militar estén
interesadas en que los políticos que aprueban presupuestos e intervenciones
militares respondan a sus intereses, y por ello aportan millones de dólares
para sus campañas electorales y para las labores de lobby en favor de leyes que
favorezcan sus negocios.
Y en su reporte sobre sus gastos de lobbying, informa que en el 4º trimestre del 2014 gastó 3,740,000 dólares (en el 3er trimestre había
gastado 3,490,000 dólares).
Por lo tanto, para el futuro inmediato la humanidad sólo
puede esperar más gasto militar, más conflictos, más muerte y devastación, ya
que una parte muy relevante del sistema capitalista mundial se basa en el negocio
de la guerra, y sus ramificaciones son tan extensas en los sistemas políticos y
económicos de las principales potencias, que se ve casi imposible que se pueda
revertir esta tendencia en las siguientes décadas.