Televisa (8 de Abril 2014)

Nueva batalla de una parte de la sociedad mexicana, la más consciente, independiente e informada, que trata de detener uno más de los abusos de la televisora más grande y depredadora del país, que con el apoyo del gobierno de Peña Nieto (a quien ha impulsado en su trayectoria política desde que era gobernador del Estado de México), ha logrado proponer una legislación secundaria en materia de radiodifusión (incluye las señales de radio y televisión), que "da la vuelta" a las modificaciones constitucionales en la materia, y cuyo objetivo es una mayor competencia y apertura en un sector tradicionalmente dominado por esta televisora, y en menor medida por TV Azteca.

Televisa siempre ha sido el "ministerio de comunicaciones y propaganda" de los gobiernos en turno, desde que el abuelo del actual presidente de Televisa (Emilio Azcárraga Jean), Emilio Azcárraga Vidaurreta inició su actividad empresarial en la radio, con la XEW, a principios de los años treinta del siglo pasado.

La familia Azcárraga y los directivos de Televisa han sabido desde entonces que la manera de controlar el negocio de la radio primero, y en especial el de la televisión (a partir de los años cincuenta) después, sólo sería posible sirviéndole de plataforma de propaganda a los gobiernos priistas, que monopolizaban el poder político en México.

Y como lo dijo en su momento el padre del actual presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, él era un "soldado del presidente" (en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari). Para las elecciones presidenciales de 1994 Salinas reunió en la casa del ex secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena, a los que eran entonces los hombres más ricos de México, para solicitarles (la verdad es que los llamó ahí para cobrarles una parte de los muchos millones de dólares que les permitió ganar en su sexenio) una "contribución" de 25 millones de dólares cada uno para la campaña presidencial del PRI. Azcárraga señaló entonces que en vista de que durante ese sexenio él había hecho muchísimo dinero, donaría aún más. Nunca se supo si efectivamente estos multimillonarios donaron esa cantidad o no lo hicieron, pero el punto a resaltar es que la familia Azcárraga ha comprado su cuasi monopolio en la televisión a través de dinero, propaganda y una imagen favorable a los gobernantes en turno. Primero a los priístas, y después "chamaqueándose" a los panistas, a los que compró (bastante barato por cierto) para aprobar la llamada "Ley Televisa" que aseguraba su monopolio en la televisión, pero que fue derrotada en la Suprema Corte de Justicia en 2007.

Ahora vuelve a la carga con la legislación secundaria que el obediente Peña envió al Congreso, mediante la cual se limita la competencia que supuestamente las modificaciones constitucionales en el tema de radiodifusión, habían impulsado, y el colmo es que la Secretaría de Gobernación retoma el control (la censura será) de los contenidos en radiodifusión, regresando a las épocas más oscuras del autoritarismo mexicano (desde el gobierno nefasto de Calderón nos acercamos cada vez más al diazordacismo).

'En un discurso pronunciado el 7 de junio de 1994, en una reunión con dueños de periódicos, Cuauhtémoc Cárdenas, entonces candidato del PRD a la presidencia, expresó duras críticas hacia Televisa: “Televisa, digámoslo con claridad, se ha constituido en uno de los pilares que hoy sostienen al régimen autoritario que padecemos. Televisa sirve al Estado y se sirve de él para exaltar una política contraria al interés nacional y a los personeros de esa política. Con ese mismo propósito, cada 24 horas desacredita las opciones democráticas, miente sobre la realidad del país, oculta la verdadera dimensión y naturaleza de los hechos sociales y trata de confundir a la ciudadanía sobre el carácter de la lucha política a favor del derecho del sufragio”(Fernández y Paxman. 2000: 415-416)'.

Tomado de http://www.razonypalabra.org.mx/espejo/2007/abr23.html

Ahora Cuauhtémoc Cárdenas y el senador del PAN y experto en el tema de telecomunicaciones, Javier Corral Jurado, están convocando a una Asamblea Nacional para crear el Frente por la Comunicación Democrática, que se reunirá en el Teatro de la Ciudad de México el próximo 11 de Abril, para tratar de detener un nuevo abuso de esta poderosa y consentida empresa de televisión, que por décadas ha pervertido la libertad y la sana competencia en un sector estratégico para el país.

Será una batalla cuesta arriba, como lo es la lucha por evitar el saqueo de los recursos energéticos del país, pero más vale darla a pesar de que la mayoría de la población sigue adormecida (en buena parte por la labor de manipulación y control que ejerce el duopolio televisivo), porque de lo contrario no quedará un solo resquicio de libertad para la población consciente de este país, que no está dispuesta a seguir los dictados de una minoría arrogante, antidemocrática y abusiva.