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Zapata

sábado, 7 de octubre de 2023

EL ESTADO DE ISRAEL LOGRA LO QUE PROVOCÓ DURANTE AÑOS, LA RESPUESTA DE HAMAS

Durante los últimos dos años los gobiernos israelíes, el de Netanyahu, el de Bennet y nuevamente el de Netanyahu, han permitido que los sionistas invasores ultra religiosos de derecha, devasten los territorios palestinos en Cisjordania, destruyan las propiedades de los palestinos, sus campos agrícolas y continuamente ingresen con violencia a la mezquita de Al-Aqsa con objeto de expulsar a los fieles de ese lugar. Y durante estos años las fuerzas armadas y de seguridad israelíes ingresan a los campos de refugiados palestinos, supuestamente buscando “militantes” y “terroristas”, ocasionando decenas de muertes de hombres, mujeres, adolescentes y niños.

Es la misma estrategia que el criminal gobierno de Zelensky estuvo impulsando contra las provincias prorrusas del Este en Ucrania, con objeto de provocar la reacción del gobierno de Putin, lo que finalmente logró en febrero del año pasado, con el inicio de la “Operación Militar Especial”.

El mismo tipo de provocación ha estado realizando el gobierno ultraderechista de Netanyahu y sus aliados Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, que forman parte del gobierno, y que han azuzado y lanzado a las hordas sionistas en contra de los palestinos, día tras día, los últimos dos años.

Finalmente lograron lo que se habían propuesto, llevar al movimiento Hamas de Gaza a responder a esos ataques constantes, pues la población palestina tanto en Cisjordania como en Gaza demandaba de sus líderes acciones para proteger sus vidas, su seguridad y su propiedad.

La Autoridad Nacional Palestina es un apéndice del gobierno israelí, y lo que ha estado haciendo es intentar desmantelar las redes de solidaridad que se han creado entre jóvenes palestinos de diferentes campos de refugiados, que tratan de defender a sus familias y su permanencia en los territorios que les pertenecen, y que los sionistas les roban todos los días.

Por ello tuvo que ser Hamas el que respondiera a los constantes ataques de los invasores sionistas y del gobierno de Netanyahu, el cual se encontraba entre la espada y la pared debido a que sus aliados ultra racistas han estado expresando abiertamente su intención de expulsar, e incluso de eliminar a todos los palestinos, lo que poco a poco fue generando críticas y rechazo en las siempre hipócritas y manipuladas sociedades occidentales favorables a Israel. Incluso los vasallos gobiernos europeos y funcionarios de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, no podían convalidar los llamados de Smotrich y Ben Gvir para realizar una “limpieza étnica” contra los palestinos.

Pero el mayor problema para Netanyahu es que la diáspora judía y una parte de la sociedad israelí se manifestaban abiertamente en contra de dichas posturas racistas; y especialmente contra la reforma judicial impulsada por Netanyahu, para concentrar más poder y debilitar al Judicial.

Por ello, para Netanyahu era de vital importancia conseguir que los judíos de Israel y la diáspora se unieran nuevamente en una sola causa, que pudiera permitir “olvidar” su criticada reforma judicial y a sus impresentables aliados ultra racistas, y nuevamente unir a sus vasallos de Occidente en favor de Israel.

Y que mejor oportunidad que Hamas iniciara una ofensiva contra Israel, para así presentarse como “las víctimas” – lo de siempre- por lo que tienen todo el derecho de defenderse, o lo que es lo mismo, de borrar del mapa a Gaza y de iniciar una brutal represión en Cisjordania.

Con esto el gobierno de Netanyahu tendrá meses para realizar una brutal respuesta contra Hamas y contra los palestinos en general; y al mismo tiempo volverá a unificar a los judíos de Israel y el mundo bajo la falsa bandera de que “han sido atacados injustificadamente por terroristas” y con ello dejar atrás, al menos durante algún tiempo, la división entre judíos por la reforma judicial y el abierto racismo de su gobierno, y poder lanzarse contra cualquier judío que pretenda criticarlo, pues ahora lo único que vale es la unidad, para “salvar” al Estado de Israel.

Y con ello también “salva” al impresentable gobierno de Biden, que apoya incondicionalmente a Israel, pero que ya no sabía qué hacer con las constantes expresiones racistas y discriminatorias de Smotrich y BenGvir.

Así también, los países europeos se suman obedientemente al coro que ataca a Hamas, pero eso sí, en ningún momento se inconformaron o criticaron las constantes violaciones a los derechos humanos de los sionistas contra los palestinos y contra los cristianos que viven en Jerusalén, a los que también provocan constantemente (los escupen, causan daños a las iglesias, los insultan, etc.).

¿Hamas podría haber evitado atacar a Israel? Seguramente sí, a costa de seguir aceptando los asesinatos de palestinos, la destrucción de sus propiedades, las incursiones a la mezquita de Al-Aqsa, etc. Pero todo tiene un límite, y aún sabiendo que este ataque le costará una destrucción casi completa de Gaza, Hamas estaba siendo presionado por los jóvenes palestinos, que ya no podían aguantar más.

Desgraciadamente con este ataque de Hamas, el gobierno de Netanyahu tendrá, más que nunca, “manga ancha” para destruir Gaza y devastar Cisjordania, dejando una crisis humanitaria aún peor en los territorios palestinos; con la complacencia de los hipócritas y serviles gobiernos de Occidente.


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