LOS
FACTORES REALES DE PODER REAFIRMAN SU PREFERENCIA POR SHEINBAUM
Como lo señalamos en este blog
el pasado 27 de noviembre, los factores reales de poder decidieron apoyar a
Claudia Sheinbaum, en vista de que sus intereses estarán mejor protegidos con
el actual grupo gobernante encabezado por ahora por Andrés Manuel López
Obrador, que intentar un regreso a los ahora partidos de oposición PRI y PAN
(con el PRD como invitado incómodo en dicha alianza).
¿A qué factores reales de
poder nos referimos?
En primer lugar los
principales oligarcas del país han logrado utilidades estratosféricas durante
el gobierno de López Obrador. A partir del 2020, las fortunas de los 14
ultrarricos mexicanos creció en 70%. Incluso empresarios que han tenido y
tienen serias diferencias con el gobierno actual, como Germán Larrea, vieron su
fortuna aumentar en 58% entre 2020 y 2023; y la del empresario más rico y
consentido del actual gobierno, Carlos Slim, en un 125%.
Incluso Ricardo Salinas
Pliego, el tercer hombre más rico del país, que tiene una dura disputa con el
gobierno que lo acusa de deber 25 mil millones de pesos de impuestos, y a quien
se le ha expropiado un campo de golf en el estado de Oaxaca, no ha sido objeto de
las invectivas presidenciales, como normalmente lo son periodistas,
comentaristas, académicos o intelectuales que critican las políticas del actual
gobierno.
De la misma forma, los
banqueros han logrado las utilidades más altas de la historia de la banca en México,
con dos años consecutivos (2022 y 2023) llegando a 250,000 millones de pesos.
Al inicio de la actual
administración, el senador por el partido en el gobierno (Morena), Ricardo
Monreal propuso obligar a los banqueros a bajar las comisiones que cobran por
diversos servicios a los usuarios, lo que evidentemente fue rechazado por los
dueños de la banca.
El presidente López Obrador
desautorizó a Monreal y señaló que durante su gobierno no se afectaría a la
banca mexicana en ningún sentido; lo que ha cumplido, permitiendo a los
banqueros cobrar comisiones altísimas a la población (son las más altas de
América Latina), sin que se haya expandido de manera significativa el crédito
para la población en general.
López Obrador llegó a la
presidencia proclamando que cambiaría las políticas neoliberales de los
gobiernos del PRI y PAN que concentraron el ingreso en el país durante 36 años
(1982-2018).
Sin embargo, durante su
gobierno la concentración del ingreso se ha mantenido inalterada, pues según la
organización no gubernamental Oxfam, los 14 ultrarricos mexicanos acaparan el
8% de la riqueza nacional, equivalente a 180 mil millones de dólares; y el 0.2%
de la población más rica posee 6 de cada 10 pesos en el país.
Así que, los oligarcas del
país están alineados con la candidata oficial, porque asumen que seguirán
acumulando riqueza, y en los hechos, más allá de la retórica, las políticas
neoliberales que aplicaron los gobiernos del PRI y PAN seguirán en la próxima
administración, como sucedió durante la de López Obrador.
Los principales medios de
comunicación, encabezados por la mayor empresa de multimedios del país,
Televisa, han dado una mayor cobertura a las actividades de la candidata
oficial, que a la de su principal contrincante, Xóchitl Gálvez (PAN-PRI-PRD),
tal como se puede ver en el monitoreo que el Instituto Nacional Electoral realiza
sobre la cobertura de los medios de comunicación electrónicos a las campañas
presidenciales:
Claudia Sheinbaum 41.29% del
tiempo dedicado a su candidatura.
Xóchitl Gálvez 36.72% del tiempo de cobertura.
Jorge Alvarez 9.28%
del tiempo de cobertura.
Y por supuesto, el gobierno
federal con su enorme estructura y presupuesto, sumado a los 23 gobiernos
estatales que son encabezados por Morena y sus aliados, están prestando todo
tipo de apoyo y recursos (de manera ilegal) a la candidata oficial, para
realizar mitines multitudinarios, que tienen una gran cobertura en los medios
locales de cada entidad federativa.
Todo ello, más la contratación
por parte de Morena y el gobierno federal de cientos de encuestas a diversas
empresas, muchas de reciente creación, que realizan sus estudios demoscópicos a
gusto del cliente, están dando unas cifras de escándalo en favor de la
candidata oficial, del orden de 25 hasta 40 puntos porcentuales de ventaja
sobre Xóchitl Gálvez (Jorge Alvarez Maynez del Movimiento Ciudadano sólo obtiene
entre 6 y 8 puntos porcentuales de preferencia).
Está claro que López Obrador
ha logrado conformar una coalición de intereses muy poderosa (incluyendo a las
fuerzas armadas, a las que ha elevado el presupuesto en más de 100% durante su
administración y las ha puesto al frente de proyectos de infraestructura
estratégicos para el gobierno), que ha ido alineando en favor de su candidata
presidencial, Claudia Sheinbaum.
El otro objetivo declarado de
López Obrador es conseguir la mayoría calificada en el Congreso de la Unión,
para así tener los votos suficientes para cambiar la Constitución, sin
necesidad de dialogar o negociar con la oposición.
De lograr su objetivo, López
Obrador habrá dejado a su sucesora un partido político hegemónico, casi único, prácticamente
sin oposición, con lo que los sueños de una parte de la sociedad mexicana de
lograr una democracia multipartidista, con efectiva división de poderes, con mecanismos
de control del poder político a través de la transparencia y rendición de
cuentas, habrán terminado; y se regresará a la época -que se pensaba ya se
había superado- de una presidencia omnipotente, un partido de Estado, con una
sociedad civil casi inexistente y a merced de los grupos de poder.
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