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Zapata

miércoles, 3 de febrero de 2021

 

PUTIN AL RESCATE

En vista de que las grandes farmacéuticas occidentales no han podido cumplir con su compromiso de distribuir las vacunas contra el coronavirus en varios países, entre ellos México, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) buscó el apoyo de Rusia, para que le proporcione la vacuna Sputnik V, que desarrolló el Instituto Gamaleya.

Y es que el presidente de México se ha comprometido a que se inmunizarán a 16 millones de adultos mayores antes del 1º de abril. Hasta ahora ha sido el personal del sector salud el único que ha recibido la vacuna, y que constituye apenas el 0.5% de la población total, por lo que comprometerse a vacunar a una cantidad tan alta de ciudadanos en sólo dos meses, parece un objetivo muy difícil de alcanzar.

Apenas ayer la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) dio su autorización para que la Sptunik V pueda ser utilizada en el país. No parece coincidencia que la aprobación se diera al mismo tiempo que la revista médica The Lancet[1] avalara finalmente a la vacuna rusa, afirmando que tiene una eficacia del 92%.

Los amaestrados medios de comunicación occidentales estuvieron poniendo en duda la eficacia de la vacuna rusa, como parte de la permanente campaña rusófoba, que tiene por objetivo derrocar a Putin y regresar a Rusia a su estatus de república bananera, al que la condenaron Estados Unidos y Europa Occidental después de la desaparición de la URSS, con la gran ayuda del dipsómano Boris Yeltsin.

Pero a principios del siglo XXI llegó Putin a poner orden, a encarcelar o echar del país a los oligarcas aliados a Occidente que saquearon Rusia, y a regresar a este país a nivel de potencia en el escenario mundial, lo que, por supuesto no gustó, ni gusta a las élites occidentales que están obsesionadas con sacar a Putin del poder y volver de nuevo a Rusia a la edad de piedra.

En México, el “hijo adoptivo” de George Soros, el foxista Jorge G. Castañeda, todavía ponía en duda la eficacia de la vacuna Sputnik V, en el programa de televisión que dirige el neoliberal Leo Zuckerman, señalando que al ser Rusia “una dictadura”, no había forma de saber si la vacuna era realmente una vacuna o “sólo agua”. Pues bien, The Lancet, revista británica de medicina y ciencia, y que es considerada una de las “biblias” de la medicina en el mundo, ratificó los resultados que, desde fines del año pasado, las autoridades rusas habían dado sobre la eficacia de la vacuna.

Pero por supuesto, todo lo que venga de Rusia, China, Irán, Cuba, Venezuela, Siria, Corea del Norte, los palestinos y ahora también Bielorrusia, es considerado como anatema para las domesticadas y desinformadas masas de Occidente, que sólo deben seguir las directrices de Washington, Londres, Paris, Berlín y Tel Aviv.

Ahora quieren boicotear a Rusia por la condena del “Guaidó ruso”, Alexei Navalny, otro invento de Occidente para tratar de tirar a Putin, quien sigue teniendo el apoyo de las 2/3 partes de los rusos[2], y que cada vez se hartan más de que los medios de comunicación europeos, estadounidenses y de otros países vasallos de estos, ataquen por todo a Rusia, que además es continuamente “sancionada” en todos los ámbitos del quehacer internacional (economía, política, deportes, etc.).

Por lo pronto, qué bueno que AMLO acudió a Putin para intentar resolver el problema de la vacunación, y no esperó a que le dieran el visto bueno de Washington que, en todo caso, no ha alzado la mano para ayudar a los países menos desarrollados en esta materia, a diferencia de China que ya comprometió 10 millones de vacunas para el mecanismo Covax de las Naciones Unidas, para proporcionar vacunas a los países que no cuentan con recursos suficientes para comprarlas.

Esperemos que la política exterior mexicana mantenga esas líneas de cooperación y comunicación abiertas con Moscú, Pekín, la Unión Europea, la India, etc., para evitar que Estados Unidos defina completamente los alcances y las posibilidades de nuestro país en el escenario internacional.

El caso Cienfuegos debió abrir los ojos en Palacio Nacional y en la cancillería sobre el peligro que existe en confiar plenamente en Estados Unidos, y en el riesgo que existe en encerrarse en esa relación, pues ello disminuye dramáticamente el margen de maniobra de un país que, todavía, se considera soberano.

 



[1] https://www.unotv.com/ciencia-y-tecnologia/que-es-the-lancet-revista-que-publico-datos-sobre-vacuna-sputnik-v/

[2] https://www.levada.ru/en/ratings/

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