RIESGOS DE FIN DE AÑO EN LA POLÍTICA INTERNACIONAL

Varios temas están tensando las relaciones internacionales en este fin de año; y dependiendo de su evolución, pueden generar un inicio del 2019 lleno de riesgos para la política y economía mundiales.

Estados Unidos-China

Las disputas comerciales y geopolíticas de Washington con varios países del mundo no parecen estar encauzándose hacia soluciones constructivas, sino todo lo contrario.

Si bien Trump y Xi Jinping llegaron a un acuerdo, en principio, para establecer una “tregua” en su guerra de aranceles, por 90 días, aún no ha quedado claro el alcance de ese entendimiento. Trump afirmó que implicará que China dejará de aplicar aranceles a la importación de autos estadounidenses y comprará nuevamente millones de toneladas de productos agropecuarios, como la soja; pero Beijing no ha confirmado nada aún.

Esta “tregua” se ha puesto en entredicho con la detención en Canadá (a petición de autoridades estadounidenses) de la hija del fundador del gigante chino de la informática, Huawei (Meng Wanzhou); y la solicitud de extradición por parte de Estados Unidos, acusándola de haber violado las restricciones y sanciones en materia de comercio con Irán. China ha demandado su inmediata liberación.

La guerra comercial entre las dos más grandes economías del mundo y este último giro, para peor, con la detención de la alta ejecutiva de Huawei, han provocado en las últimas dos semanas una caída en picada de los mercados bursátiles en el mundo, que alimentan el pesimismo para la economía internacional durante el 2019; y que bien pudieran ser el preludio de lo que se espera una nueva recesión en la economía estadounidense, una vez que el efecto positivo de la baja de impuestos y la desregulación ha comenzado a pasar; y las presiones de las tasas de interés más elevadas, decretadas por la Reserva Federal, y la monumental deuda que arrastran las grandes corporaciones internacionales, comienzan a hacer estragos en las previsiones de crecimiento económico.

Estados Unidos – Rusia

La “rusofobia” dentro del establecimiento político de Washington sigue al alza. El gobierno de Trump ha dado un plazo de 60 días a Moscú para que vuelva a cumplir con los términos del Tratado de Limitación de Armas Nucleares Intermedias (INF por sus siglas en inglés), o de lo contrario, iniciará el proceso de terminación del mismo.

Moscú afirma que no ha violado el tratado y que Washington está propagando mentiras, con objeto de salirse del tratado e iniciar una carrera armamentista.

De la misma forma, Washington ha iniciado provocaciones hacia los rusos en el Pacífico, haciendo navegar a parte de su flota en frente de la sede de la flota rusa en Vladivostok. Esto en el contexto del contencioso entre Rusia y Ucrania por los derechos de paso en el Estrecho de Kerch, que da entrada al Mar de Azov, y que provocó la confrontación entre buques de ambos países, con la detención de los barcos ucranianos y el arresto de sus tripulaciones por parte de los rusos; lo que fue utilizado como pretexto por Washington, para la cancelación de la reunión Trump-Putin en Buenos Aires, en el marco de la reunión del G20.

Estados Unidos – Arabia Saudita

La presión del Senado estadounidense sobre la administración Trump, para que sancione a Arabia Saudita por el caso Kashoggi y por la crisis humanitaria, que se ha profundizado en la guerra con Yemen, está poniendo en entredicho una de las alianzas más importantes para Washington en el Medio Oriente; pues Riad es la pieza central de la estrategia de acorralamiento y hostigamiento de los neoconservadores, el lobby pro Israel y Netanyahu, contra Irán. Lo que nunca antes había sucedido, que el país sede de la rama más radical del Islam sunnita (el wahabismo) se uniera con Israel, para atacar a la rama chiíta, podría verse en peligro, en vista de la oposición que siempre ha existido en una parte del establecimiento político estadounidense hacia los árabes, y que ahora se está expresando con la posibilidad de hacer estallar la tan anhelada alianza de judíos y árabes, para acabar con el régimen de Teherán.

Estados Unidos – Afganistán

Ante la evidente imposibilidad de derrotar militarmente a los talibanes, Estados Unidos ha comenzado a explorar la ruta de las negociaciones con ellos; pero antes ha decidido incrementar los ataques a las zonas donde tienen mayor presencia, con objeto de mejorar su posición negociadora.

Esto va a provocar una reacción agresiva de los talibanes, y probablemente en los próximos meses se vea un recrudecimiento de la violencia y de la crisis humanitaria en parte de ese país, antes de que se pueda avanzar en una negociación seria para terminar con esta guerra que lleva más de 17 años (la más larga en la que han participado los Estados Unidos).

Estados Unidos – México – Centroamérica

Las caravanas de migrantes centroamericanos que atraviesan México con rumbo a los Estados Unidos no cesan; y la crisis humanitaria que comienza a verificarse en partes de la frontera norte mexicana hacen estragos en la relación entre los gobiernos locales y el nuevo gobierno federal.

Trump está decidido a “cerrar el gobierno” si los legisladores no le aprueban 5000 millones de dólares para continuar con la construcción del muro fronterizo; y al mismo tiempo, los casi 6000 soldados que están en la frontera, permanecerán en la misma hasta el fin del mes de enero del 2019.

Todo ello complica la relación entre Estados Unidos, México y los gobiernos de los países centroamericanos, que bien podría derivar hacia un endurecimiento aún mayor de parte del gobierno de Trump, una vez que los demócratas asuman la mayoría en la Cámara de Representantes en enero del 2019, e inicien las presiones contra Trump, no sólo por su política migratoria, sino por la investigación del fiscal Mueller y la posibilidad de que se busque iniciar un proceso de destitución contra el presidente Trump (impeachment).

Brexit

Este 11 de diciembre se votará en el parlamento británico si se acepta o no el acuerdo al que llegó la Primera Ministra, Theresa May con la Unión Europea, previéndose que el voto sea negativo, lo que podría llevar a un voto de no confianza hacia May y a elecciones para elegir nuevo primer ministro.

Todo ello puede generar más turbulencia en los mercados internacionales y la posibilidad de que la economía mundial tenga un inicio negativo en el 2019.

En el mismo sentido, los problemas de Macron en Francia seguirán por sus medidas económicas insensibles, a pesar de que, obligado por las protestas de los “chalecos amarillos” las ha suspendido por seis meses; no parece que vaya a superar la animadversión de gran parte de la población francesa, que ha visto como el neoliberalismo salvaje de su presidente, está llevando a buena parte de la clase media francesa a ver caer su nivel de vida, de una manera inesperada.

Sudamérica

La llegada del neo fascista Bolsonaro a la presidencia de Brasil va a generar un agudizamiento de la crisis de los sectores populares en ese país, con las medidas económicas neoliberales que aplicará y con su alineamiento completo a Washington, lo que tendrá repercusiones en la situación venezolana, pues seguramente los regímenes títeres de Estados Unidos en la región, junto con los oligarcas venezolanos, buscarán nuevamente el cambio de régimen en Caracas, impulsando un golpe de Estado, el magnicidio o de plano una intervención armada extranjera.

Estos son sólo algunos de los temas de la agenda internacional que anticipan un fin problemático del 2018, y un nada halagüeño inicio del 2019, que pueden provocar más conflictos y turbulencias en el panorama internacional.