A pesar de
que el candidato presidencial de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés
Manuel López Obrador (AMLO), ha moderado al extremo su discurso contra el
sistema, ha invitado a miembros prominentes de la subclase política corrupta y
de la oligarquía a su movimiento, y ha asegurado hasta el cansancio que no
pretende cambiar el modelo económico neoliberal, sus detractores han lanzado
una campaña brutal para obligarlo a que no sólo cumpla con esas promesas, sino
que de ninguna manera critique, señale o denuncie absolutamente nada de las
deleznables prácticas corruptas, explotadoras, expoliadoras y hasta anti
patrióticas que las élites económicas y políticas han llevado a la práctica en el país los
últimos 30 años.
Desde sus
periódicos, revistas, sitios de internet, programas de radio y televisión, ante
la inevitabilidad del triunfo de AMLO en la elección presidencial del próximo 1º
de julio, se han lanzado los pagados títeres de la oligarquía y de la subclase
política corrupta a intimidar a AMLO y sus seguidores para que no peleen por las gubernaturas que les sean robadas con fraude (como por ejemplo en Puebla y
Veracruz); que no busquen la mayoría en el Congreso; que no se atrevan a
intentar cambiar una coma de las reformas estructurales; que no critiquen,
ataquen o persigan de ninguna forma a los corruptos políticos y explotadores
oligarcas que se han beneficiado ad
nauseam los últimos 30 años; que permitan que la oposición se reagrupe para
que los pueda vencer en 6 años; en resumidas cuentas, que a pesar de que AMLO y
su coalición ganen en las urnas, de antemano se den por vencidos en la arena
política y que no lleven a cabo ningún cambio, ninguna reforma, ninguna
crítica, del modelo actual, con objeto de que se auto derroten (muy al estilo
de Francisco I. Madero, que dejó intacta a la clase gubernamental porfirista y
que traicionó las promesas hechas a la mayoría del pueblo), para que en 3 años
el Congreso esté en manos de la oposición de derecha y en 6 puedan echar a patadas
a López Obrador y a su coalición del gobierno.
Desde el exterior,
concertadamente, los paleros del neoliberalismo como The Economist, Washington
Post y New York Times, hacen su parte advirtiendo a AMLO que cualquier cambio
al modelo económico prevaleciente llevará a México a la crisis económica.
En suma, los
grupos de poder que perderán la elección presidencial (y probablemente hasta la
mayoría en el Congreso), le están avisando a AMLO que aun así, el poder lo
tienen ellos y que no van a permitir ningún cambio a su modelo político
corrupto y a su modelo económico depredador, de lo contrario atacarán a AMLO y
a su gobierno con boicots, sanciones desde el exterior, “falta de confianza”
por parte de los mercados; descalificaciones a AMLO de ser un autoritario,
populista, ultra nacionalista, proteccionista (ya lo califican así, pero la
campaña se haría general en todas las capitales de Occidente); y, finalmente
lanzarían un plan para su derrocamiento, al estilo de lo que han estado
haciendo (y hasta ahora han fracasado) en Venezuela.
Por lo que
se ve AMLO ya acusó recibo, pues ha puesto a su equipo de neoliberales como
Romo, Urzúa, etc. a platicar con los oligarcas (CMN) y con los representantes
del capital internacional (Black Rock), para asegurarles que van a seguir haciendo
negocios a costillas del pueblo y de los recursos naturales y financieros del
país, y que los izquierdistas y “radicales” de su movimiento quedarán
conveniente y permanentemente excluidos de su gobierno.
Pues bien,
ni así le creen a AMLO, y de aquí a la toma de posesión el 1º de diciembre, lo
van a tratar de condicionar, rodear, presionar y obligar a que prácticamente
ninguna de sus promesas de campaña las lleve a la práctica, y acabe
convirtiéndose en un títere más de los poderes fácticos, como en su momento lo
fue Ollanta Humala en Perú, el que después de presentarse como el candidato del
pueblo, acabo siendo un lacayo del capital internacional y ni así se salvó de
ir a la cárcel después de terminado su mandato.
¿AMLO se
convertirá en el Ollanta Humala mexicano? Pronto lo sabremos.
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