APOSTAR AL MIEDO y AL OLVIDO
3 de Diciembre de 2014

La mediocre, corrupta, represiva y muy atemorizada subclase política mexicana, junto con los plutócratas todo poderosos que manejan a este país a su antojo, le están apostando a que la inconformidad, las protestas y manifestaciones de la sociedad mexicana se irán desvaneciendo, mediante el embrutecimiento televisivo (finales del futbol mexicano, Teletón, homenajes a "Chespirito", fiestas y vacaciones navideñas, y eventualmente nuevas noticias que opaquen a Ayotzinapa); las medidas cosméticas de siempre (las diez propuestas de Peña que llevan como objetivo real, mayor endurecimiento gubernamental, más concentración del poder represivo en el Presidente y más negocios oscuros a través de sus "zonas económicas especiales"), y la cada vez menos disfrazada represión ("errores" de las fuerzas armadas y de seguridad entrando en universidades públicas, encarcelando jóvenes que protestan, que después de ser intimidados, son liberados; y legislación para criminalizar la protesta social, como la que aprobaron PRI, PAN y PVEM en la Cámara de Diputados, como siempre a escondidas).

¿Quién cree que los mismos gobernantes que piden millones de pesos como "comisiones" o "cuotas" a los empresarios que solicitan licitaciones de obra pública; o los jefes, comandantes y demás parafernalia policiaca que recibe, o paga, millonadas a los criminales para que estos realicen sus negocios ilícitos sin ser molestados; o los delincuentes de cuello blanco que en todos los bancos proponen "negocios" a empresarios y/o funcionarios públicos, para que soliciten  "préstamos" que nunca serán pagados al banco, mediante contratos o facturas que "garantizarán" el crédito; van a ser los mismos que se encargarán de "limpiar" este corrupto y podrido sistema político y económico?

Este país hace mucho tiempo que es un Estado mafioso, no fallido, pues mientras siga generando miles de millones de pesos para los corruptos gobernantes y plutócratas, para la élite trasnacional que se beneficia de los regalos que le da el gobierno mexicano, a cambio de su silencio y complicidad con los negocios ilícitos que plagan a todo el entramado burocrático y empresarial de México, no recibirá la condena, ni sanciones o repudio de parte de la muy hipócrita comunidad internacional, que sabiendo cómo funciona este estercolero, prefiere "entenderse" con los jefes mafiosos de este país, a poner en riesgo este negocio multibillonario de explotación brutal de nuestros recursos financieros, naturales y humanos.

Por lo tanto, el plan de Peña para que las medidas represivas y la estrategia que induzca al "olvido" de los agravios sufridos por la sociedad mexicana durante sus dos nefastos años de gobierno, es muy posible que funcione, en vista del nivel de desorganización en el que la sociedad civil mexicana se encuentra, y en especial en que no existe un núcleo que permita aglutinar y enfocar esa energía social en contra de las bases de este sistema explotador, represivo y mafioso.